Polonia en el Bicentenario del Cruce de los Andes

 
1817 - 2017, Argentina y Chile conmemoraron 200 años del "cruce sanmartiniano", que es el nombre del cruce que realizó el Gral. San Martín y su Éjército por la Cordillera de Los Andes. Un cruce muy difícil ya que el ejército tuvo que atravesar alturas, que en algunas ocasiones llegaban a 4700 metros sobre el nivel del mar. En estos lugares faltaba el aire y las bajas temperaturas se hacían sentir.

En aquel tiempo, luego de la Revolución de Mayo en 1810, y tras varios intentos fallidos de llegar al Alto Perú, San Martín comprendió finalmente que esos esfuerzos seguirían siendo en vano si no se cambiaba la estrategia. Ideó pues un plan que se basaba en desalojar a las tropas realistas que ocupaban Chile para luego arribar por vía marítima a Lima, donde se encontraba la sede del poder español.

Divididos en 6 pasos distintos y frente del teatro de operaciones 800 km cruzaron 5424 hombres que incluían 3 generales, 28 jefes, 208 oficiales y 2105 granaderos. Una maniobra necesaria ya que se jugaba el destino de los pueblos de América del Sur. El precio era libertad e independencia, de lo contrario esclavitud y humillación.

Cruce de los Andes de 1817 fue la mayor operación político-militar efectuada en el marco del proceso revolucionario e independentista. El grueso del ejército bajo el mando del Gral. San Martín cruzó los Andes por el Paso de los Patos. Estaba compuesto por diferentes divisiones al mando del brigadier mayor Miguel Estanislao Soler, Gral. Bernardo de O´Higgins, Tte. Cnel. Mariano Necochea y el Tte. Cnel. Pedro Regalado de la Plaza. La división al mando de Las Heras cruzó por el paso de Uspallata. La división al mando de Juan Manuel Cabot cruzó desde San Juan por el Portezuelo de la Ramada. Un contingente del Ejército del Norte, bajo el mando del Cnel. Francisco Zelada cruzó desde La Rioja por el paso de Vinchina. La división al mando del capitán Freyre cruzó por el Paso del Planchón. La división al mando de Lemos cruzó por el paso de Portillo. Ahí, en territorio chileno, ya se obtuvo la primera importante victoria en la Batalla de Chacabuco.

Después de 200 años del hecho las operaciones militares recrearon la gesta de San Martín en 5 de los 6 pasos que usó el Libertador. En las ceremonias participaron los soldados y oficiales de distintas unidades del Ejército Argentino y el de Chile, las autoridades nacionales, provinciales y municipales, los religiosos y civiles entre otros. Banderas de distintas naciones orgullosamente ondeaban en todos los actos. Entre la multitud de las banderas, la mayoría de Argentina y Chile, había una que llamaba la atención.

Bandera de Polonia

María Bruzzone cuenta sus emociones vividas en el Bicentenario del Cruce de los Andes.

Después de varios días de andar a caballo por sinuosos caminos de la cordillera, la columna de María Bruzzone se detuvo en el lugar llamado Paso del Planchón (Planchón Vergara). Era el miércoles, 1º de febrero del 2017, justo el día que hace 2 siglos atrás, por aquí, dejó sus huellas el Ejército de San Martín. En este lugar fronterizo se realizó una de las ceremonias que tuvieron las 2 naciones hermanas como son Argentina y Chile.

María, la hija mayor de Magdalena Konopacki y de un conocido pintor, Alberto Bruzzone, llevaba consigo orgullosamente una bandera de Polonia. No fue fácil conseguir un lugar entre los representantes de distintas naciones. Una bandera desconocida llamaba la atención a todos los presentes en la ceremonia. Al no aceptar por los organizadores del acto para que la bandera de Polonia tenga su participación, María se opuso firmemente contestando que hubo polacos que participaron en este Cruce bajo el mando del Gral. San Martín. Aceptando parcialmente, no quisieron dar el mástil porque no era bandera americana.

Sin pensar 2 veces, María, armó un mástil de varillas de fibra de vidrio de su propia carpa para participar en el desfile del grupo de las banderas nacionales. Ahí sintió otro golpe duro. Los organizadores tomaron la decisión que la representante de Polonia iría en la columna junto a los estandartes de las instituciones participantes. Fue entonces cuando despertó María su fuerza patriótica, defendiendo sus raíces y en honor de los polacos que pelearon derramando sangre y dando vida por la libertad e independencia de Argentina, exclamó: "La bandera polaca no es un estandarte si no que es una bandera nacional que tiene que ir donde corresponde porque había participado". Finalmente el desfile tuvo este orden: primero la bandera Argentina, luego Chile, Uruguay, Venezuela, Polonia y la bandera de Los Andes. A continuación iban todos los estandartes.

Hay que destacar el logro de María que con tanta firmeza se opuso a los organizadores de la ceremonia. Pero podía ser mucho más difícil sin la ayuda de dos descendientes polacos que encontró en el acto. A ver la bandera polaca bien en alto se acercaron para preguntar al respecto. No podían creer, las emociones y las lágrimas ganaron la batalla, las piernas cedieron.

Hay que recordar que bajo las órdenes del Gral. San Martin sirvieron oficiales extranjeros de las guerras napoleónicas, franceses, ingleses, alemanes, polacos e italianos. De ellos, solo una bandera celebró el Bicentenario. El firme gesto de María seguramente hay que buscar en la historia de su familia, empezando por su madre, Magdalena Konopacki, que aunque su patria es Argentina, siente profundo amor por sus raíces polacas. Su abuelo, Tadeo, junto con sus siete hermanos perdieron una de las mejores fábricas de Europa en sólo un día, cuando los soviéticos invadieron a Polonia en 1939 y se hicieron cargo de la gestión de sus propiedades. Las raíces de María llegan aún más lejos: Halina Konopacka fue una muy exitosa atleta en su tiempo. En los juegos olímpicos de Amsterdam, en 1928, batió el record mundial en lanzamiento de disco y consiguió la primera medalla olímpica de oro para Polonia. Cuando cayó la 2ª Guerra Mundial, en 1939, acompaño a su esposo en la evacuación de oro del Banco de Polonia ante que se apoderen los Nazis. No es casualidad que María cumplió el roll de la embajadora de Polonia en los actos Bicentenarios del Cruce Sanmartiniano, pero también como argentina hizo el puente entre ambas naciones, argentina-polaca.

¡Misión cumplida!

 

Los polacos
Los orígenes de la comunidad polaca en Argentina se remontan a los primeros años del siglo XIX, cuando el Virreinato del Río de la Plata trataba de liberarse de la dominación española. Por aquel tiempo arribaron al territorio argentino los primeros polacos. Eran soldados de la Grande Armée de Napoleón quienes, al perder la guerra, buscaban refugio de la persecución invasora en otros países. Las grandes potencias europeas como Rusia, Prusia y Austria ocuparon nuevamente a Polonia, pero esta vez con más vigor.
Verificando las listas argentinas de los archivos militares publicados en Buenos Aires por Archivo General del Ejército, se encuentran varios nombres polacos. Los más antiguos indican que ya en 1812 el cabo primero del Regimiento II, Manuel Zatocki, luchó contra los españoles por la independencia de Argentina. Otro era el teniente Antoni Mierzwa, conocido en Argentina como Mires. En 1817 se les une el coronel general Antoni Belina-Skupniewski, quien luego luchará en el ejército del Gral. San Martín, y en 1819, el sargento mayor Jan Walerian Bulewski.

Hay una larga lista de polacos que lucharon por la independencia argentina. Teofil Reich-Iwanowski (1827-1874) - En 1852 de unió al servicio argentino. En 1862 recibió el título de general de las manos del presidente Domingo Faustino Sarmiento, bajo cuyas órdenes estuvo previamente. Desde 1867 en los destacamentos expedicionarios sirvió el coronel Czesław Jordan Wysocki (1839-1883), llegando al rango de general de brigada en 1879. Fue nombrado como el Jefe del Departamento de Topografía en el Estado Mayor. Fueron otros polacos distinguidos como el teniente coronel Henryk Spiczyński, en la Argentina llamado Spika, el coronel Robert Adolf Chodasiewicz y otros de menor rango.

Granadero del Ejército de los Andes.

Antoni Tomasz Belina-Skupiewski (1772-1836)

No se conoce la fecha de nacimiento exacta pero se aproxima que entre 1772 y 1778 en Galicia, Polonia. En 1794 el conde Belina-Skupiewski se inscribió como voluntario en el ejército para servir a su país Polonia. Formó parte de la Legión Polaco-Italiana. En 1799 participó en la Legión del Danubio como sargento. Fue herido durante la batalla de Caselle y Cotrona, Italia, y durante la batalla de Pultusk, Polonia. Se unió a la Legión de Vístula como teniente segundo. Durante 1808-1811 participó como Asistente Regimental del 9º Regimiento Francés en la Guerra de la Independencia Española. En 1812 fue ascendido a Teniente del Segundo Regimiento de Vístula y participó durante la expedición de Moscú con la Legión de Dabrowski. Con un Escuadrón de Caballería Polaca (1), bajo el mando del coronel mayor Jan Pawel Jerzmanowski, Belina-Skupiewski junto a su esposa Magdalena Alcayne, acompañó a Napoleón a la isla de Elba durante el primer exilio, donde luego regresó con él a Francia para la "Campaña de los Cien Días" como Coronel. Participó en la batalla de Waterloo. Magdalena Alcayne mantenía fuertes lazos con Napoleón pero el matrimonio Belina-Skupiewski no pudieron acompañar al Emperador en su segundo exilio a la isla de Alba. Napoleón aconsejó para que vayan a Estados Unidos y esperen hasta que llegue. Recibieron un permiso inglés para viajar allí y en octubre de 1815 llegaron a Nueva York. Durante su estancia en Estados Unidos estuvo en contacto con José Bonaparte quien envía 3000 francos de ayuda a la pareja.

En ese entonces el coronel Martín Jacobo Thompson contrata por su cuenta al coronel Antoni Belina-Skupiewski y al capitán de caballería, Georges Beauchef. Estos 2 hombres llevan consigo, bajo sus órdenes, cerca de 20 oficiales y suboficiales extranjeros, la mayoría franceses e ingleses, también contratados por Thompson y a bordo de la fragata "Océan", la más grande del mundo en ese momento, en 1816 se dirige a la Argentina con el propósito de reforzar las filas del Ejército Argentino y asegurando la independencia del país. En este grupo se encontraba Pierre Kuosky (Piotr en polaco y apellido deformado en Francia, ¿Kurski?), polaco de nacimiento, suboficial del ejército napoleónico. Como capitán, se destacó durante las campañas en el sur de Chile. Muerto en combate en diciembre de 1819 (2).

Finalmente en diciembre de 1816, el coronel Antoni Belina-Skupiewski llega a Buenos Aires. Accede al grado del general y bajo las órdenes del Gral. San Martin, en 1817, viaja a Chile para participar en futuras batallas por la independencia. Ahí dona los 150 valiosos volúmenes traídos de Europa en distintos idiomas a la Biblioteca Nacional de Chile en Santiago.

La conspiración.

Hasta el momento todo iba bien. Los problemas empezaron en el territorio chileno cuando en un proceso criminal una tal Madam Clara Tela lo involucra con los realistas españoles declarando: "El polaco ha vertido expresiones contra los hombres del gobierno y contra San Martín..." (3).

Mientras tanto, salía a la luz una conspiración en contra del Libertador. Dos jefes de la más alta jerarquía estaban involucrados: el inglés almirante Thomas Cochrane y el general francés Miguel Brayer (4). Junto a ellos fue sospechoso un número importante de los oficiales franceses o extranjeros que tenían algo que ver con Napoleón.

Entre ellos se encontraba otro polaco, sargento mayor Juan Valerio Bulewsky. A raíz de la conspiración, en la cual presuntamente pretendían asesinar a San Martín y O'Higgins para tomar el gobierno de Chile y entregarlo a los hermanos Carrera, todos ellos fueron dados de baja del Ejército de los Andes. Los más sospechosos emigraron inmediatamente a Uruguay, otros se dispersaron por el territorio de América del Sur antes o después del fusilamiento de los hermanos Carrera.

Finalmete, Belina-Skupiewski, fue dado de baja en abril / mayo de 1817, siendo uno de los tan solo tres militares de este rango que actuaron en América del Sur en aquel entonces: San Martín, Bolivar y Belina-Skupiewski. Deja Chile y se dirige al norte para tomar parte en algunas batallas por la independencia de Brasil. Luego se traslada a Perú. Se divorcia de Magdalena Alcayne. Contrae matrimonio con María Antonia Villa Ceguago, con la que tiene un hijo. Posiblemente fallece en Ecuador en 1840. Otra fuente dice que Belina-Skupiewski con su familia se traslada a Ecuador, donde muere en 1936.

La fragata "Océan".
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Uno de los primeros polacos que habitaban la Argentina, era Florian Paucke (Pałka), registrado en fuentes argentinas como Jesuita polaco, que en 1749 fue enviado a trabajar entre los indios en Santa Fe. Sin embargo, el primer grupo de polacos se establecieron en Argentina a principios del siglo 19. Estos eran combatientes de las campañas napoleónicas. Uno de ellos llegó al territorio argentino en 1818.

Jan Walerian Bulewski

En Argentina conocido como Juan Valerio Bulewsky, también sufrió el golpe causado por el complot del general Brayer. Fue un oficial de los Húsares Polacos, veterano de Waterloo.

Nacido en Polonia en el siglo XVIII pero no se conoce ni la fecha ni el lugar de nacimiento exacto. Se incorpora muy joven a las huestes napoleónicas en el que alcanzó el grado de Teniente Coronel de Caballería. Luego de la derrota en Waterloo, Bulewski regresa a Polonia, y allí, enterado de las luchas por la independencia americana, se embarca hacia Buenos Aires donde llega el 14 de junio de 1818 junto al teniente Józef Karol Wenderski y Tomasz Trzaska, presentándose para ofrecer sus servicios tres días después, aceptándosele y siendo destinado nada menos que al Ejército de San Martin, llegando a Chile.

Allí, el joven oficial polaco, se vio envuelto en una confusa situación que lo llevó a ser confinado por San Martín en el fortín de San Carlos. Absuelto, en 1819, fue destinado al Estado Mayor de Plaza, hasta que en 1821 solicita incorporarse al ejército de Tucumán, dado que en tres años no había podido entrar en combate, como era su ferviente deseo al llegar a las tierras argentinas. En esa situación se incorpora al Ejército de Operaciones en el Sud y aquí llega como "Jefe del Detall" - la sección encargada de las cuentas.
Fuerte Independencia en 1823. Mientras se realizaban las tareas de construcción del Fuerte (5), el Brig. Gral. Rodríguez decidió explorar la zona, enfilando hacia Sierra de la Tinta. En esas circunstancias los caciques de la zona Pichiloncoy, Lincon y Cayupilqui, deseaban conferenciar con el Jefe de la Expedición, exigiendo como garantía de sus vidas, la entrega de rehenes. Allí fue el mayor Bulewski como voluntario decidido, junto al teniente Montes. Era el 8 de mayo de 1823, cuando se presentaron. Los caciques exigieron dos rehenes más, y hacia allí fueron los capitanes Bott y Ferrer, seguidos - sin tener las órdenes - casi ingenuamente por el Tte. Cnel. Mariano Miller y el portaestandarte, Alvendín. Calle Juan Bulewski en Tandil.
Al llegar al lugar, la indiada se abalanzó sobre los que venían y los que ya estaban y todos ellos fueron lanceados en las proximidades de una laguna. Pasaron tres días, cuando ante la ausencia de los parlamentarios que no regresaron y también de los rehenes, se ordenó una operación de rastrillaje en la zona. La cruel verdad apareció a la vista, los cuerpos lanceados de los voluntarios que confiados habían sido entregados como rehenes, yacían en las cercanías de una laguna, la que a partir de aquel sangriento hecho se llamó "La Perfidia", zona del actual partido de Benito Juárez. Allí quedó tendido para siempre el cuerpo sin vida de este infortunado y valiente polaco y de quien poco o nada se ha divulgado, pese a ser uno de los que se puede llamar "mártires" de la fundación tandilense. Una calle en Tandil tiene su nombre, Juan Bulewski.

 

Bandera del Bicentenario

El presidente de Nowa Sól, Wadim Tyszkiewicz, junto a los concejales y los Boy Scout participó en el reparto de las banderas.Mi padre recibiendo la bandera de las manos del presidente de la ciudad.María Buzzone llevando la bandera de Polonia a lo más alto de Los Andes.Con un tesoro en las manos.

Del autor. Una brillante idea tuvieron los concejales de la ciudad de Nowa sól en Polonia. Con la ayuda de los sponsor ofrecieron a los ciudadanos de forma gratuita 450 banderas para que coloquen en sus casas el Día de la Bandera de Polonia que se celebra el 2 de mayo como también el día 3 de Mayo que es el Día de la Constitución de Polonia. Son feriados muy importantes en el País. A la idea se sumó también el presidente de la ciudad, Wadim Tyszkiewicz, quien junto con los concejales y los Boy Scout participó en el reparto.

Esta idea comenzó en el año 2012. En 2016 las banderas fueron distribuidas en el nuevo monumento “A los Héroes de la Lucha por Polonia” en la “Plaza de los Insurgentes de Silesia y Gran Polonia”. Se presentó una multitud de ciudadanos. Entre ellos estuvo mi padre quien todos los años para las fiestas patrias cuelga la blanca y roja en el mástil de la pared de su casa. Ese día se acercó para tener una de repuesto por si algo pasara con la otra.

Pero a esta bandera esperaba otro destino para cumplir. En la temporada de verano polaco visité a mi padre y me obsequió para que la use lejos de mi Patria. De esta manera la bandera blanca y roja viajó a Argentina.

Al finales del 2016 en una charla con Magda Konopacki, directora de un museo en Mar del Plata, me enteré de un posible Cruce de los Andes a caballo por María Bruzzone, la hija de Magda. Y yo soñando, pensando en los primeros polacos de las guerras napoleónicas que vinieron a esta Tierra hace 200 años para luchar por la Independencia de Argentina bajo el mando del Gral. San Martin, dije: que bueno sería ver a una bandera polaca presente allí.

Se concretó en 2017 para el Bicentenario del Cruce. A mediados de enero, Magda, llamándome cuenta de un viaje que realizará su hija a la cordillera, reclamándome una bandera polaca y diciéndome que es para quedarse. Con una mezcla de sentimientos: por un lado quedándome sin el tesoro y por otro lado muy agradecido que los colores de mi Patria estarán donde corresponde que estén.

Entregándole mi tesoro a Magda, le di un beso por última vez, despidiéndome de ella. Magda recibiéndola hizo lo mismo. Éramos dos personas muy felices.

De la misión se encargó María Bruzzone que llevó orgullosamente la Bandera de Polonia a lo más alto de Los Andes, llamando la atención sólo porque era insólita en estas tierras pero recordando la presencia de los soldados polacos en el Bicentenario del Cruce de los Andes.

Con la grata sorpresa la bandera polaca volvió a mis manos. Un poco sucia - el recuerdo de las dificultades del viaje – guardo, así como está. No sé, pero tengo un tesoro. JS.

 

Curiosidad

Sociedad de los Polacos en Mar del Plata y Asociación Cultural Sanmartiniana “Combate de San Lorenzo” ha formado el día 10 de mayo de 2015 fuertes vinculos entre sus respectivas instituciones en lo histórico como en lo cultural.

 

 

Referencias:
(1) Lanceros polacos de la Guardia Imperial. http://ayudamosconocer.com/significados/letra-l/lanceros-polacos-de-la-guardia-imperial.php
(2) Índice biográfica de los soldados de Napoleón en las Américas. http://www.editions-harmattan.fr/auteurs/article_pop.asp?no=24996&no_artiste=13383
(3) Involucramiento a Belina-Skupiewski. http://www.histarmar.com.ar/InfHistorica/LadyShore-3.htm
(4) Desafío de Gral. Brayer con San Martín. https://entrelafabulaylahistoria.tumblr.com/post/23541968345/brayer-un-general-de-napole%C3%B3n-que-desafi%C3%B3-a-san
(5) Fuerte Independencia. https://es.wikipedia.org/wiki/Fuerte_Independencia