En Polonia, con la llegada de primavera en el hemisferio norte, los huevos de Pascua contemporáneos simbolizan el nacimiento de la naturaleza, y en el cristianismo también la esperanza que resulta de la fe en la resurrección de Cristo. Hay varios modos de decoración de huevos de Pascua y estos en idioma polaco se explica como: pisanki (escritos), malowanki (pintados), skrobanki y drapanki (raspados), kraszanki (mojados en las yerbas naturales de un solo color), nalepianki (pegados) y etc.

Hoy, la Pascua en Polonia está llena de tradiciones y costumbres populares, algunas de las cuales todavía se cultivan vívidamente y otras están desapareciendo cada vez más. Sin embargo, todavía celebramos la bendición de los alimentos, pintamos los huevos de Pascua, llevamos palmas (en Argentina ramo de oliva) a las iglesias y echamos agua los lunes (Śmigus-dyngus). Algunas costumbres y tradiciones de Pascua han sobrevivido hasta el día de hoy en una forma ligeramente modificada, así como: el entierro de centeno agrio y arenque, ahorcamiento de Judas, Siuda Baba, kurek dyngusowy (caminar con un gallo cantando) y śmiergust (mojando con agua a las jóvenes solteras).

Aquí en Mar del Plata el Centro Cultural Cine Polaco MdP organizó una de las costumbres más populares de Polonia. Se organizó un taller de decoración de huevos de Pascua en la sede del Centro Cultural, en el Barrio Parque Las Dalias. Bajo las responsabilidades de las magníficas maestras de decorado, Liliana Pawlowski y Mariana Solodki, se pudo cumplir el sueño a muchos niños y adolescentes quienes participaron en el evento con un gran entusiasmo. En el taller participaron los bisnietos de los descendientes polacos y sus amigos, compañeros de las escuelas donde estudiaban. Llegaron en compañía de sus padres y abuelos a quienes les encantó la idea.

Mariana organizó todo lo que se refiere a los huevos de Pascua: las pinturas, los pinceles, los huevos de madera, los adornos para la decoración de los huevos y etc. También imprimió folletos con imágenes e información sobre esta tradición. Se ocupó con la merienda para los niños que estos disfrutaron mucho.

Liliana, por su parte, preparó los conejos de chocolate y en el evento contó a los niños sobre esta tradición durante la Pascua en Polonia. Al terminar el discurso, Liliana dio permiso para llevárselo un canastito e iniciar la búsqueda de sus conejitos de chocolate que estaban escondidos entre los arbustos y árboles del jardín.

El día soleado acompaño a las familias. Los niños se lo llevaron de regalo un canasto con los conejitos de chocolate, bolsitas con sus huevos pintados y un librito dedicado a esta tradición.

En los siguientes días llegaban palabras de agradecimientos y con deseos que se repita en el año próximo otra vez.