República Popular de Polonia (1945-1979)

 

Katyń. Ostatni świadek (2018) Dir. Piotr Szkopiak
(Katyn. El último testigo) Subtítulos en español / hablada en español
Sinopsis: Ambientada en la Inglaterra de 1947, la película trata sobre un periodista que investiga una serie de suicidios que tienen conexión con el encubrimiento de uno de los crímenes más notorios de Stalin por parte del gobierno británico.

Piotr Szkopiak, director de la película “El último testigo”, muestra los acontecimientos desde una perspectiva británica, el mismo consideraba que así es como debería mostrarse al público inglés para captar su interés.

Szkopiak es polaco, nacido y criado en Inglaterra. Su abuelo fue asesinado en Katyn. La historia sobre la masacre de Katyn es relatada en su película para darla a conocer al mundo entero.

La Segunda Guerra Mundial ha terminado recientemente. En la costa de Gran Bretaña aparece otro cuerpo más de un oficial polaco. Los investigadores locales concluyen que es un suicidio, pero al periodista Stephen Underwood (Alex Pettyfer) no se queda conforme con la resolución del caso. Quiere escribir sobre eso en su periódico, pero su jefe (Michael Gambon) lo detiene y le aconseja escribir algo sobre una feria.

Underwood no pretende abandonar el tema. Por su cuenta, continúa la investigación periodística y llega a dos soldados polacos: Andrzej Nowak (Piotr Stramowski) y Michał Łobody (Robert Więckiewicz). Especialmente, la historia de éste último capta el interés de Underwood. Incapaz de conseguirlo legalmente, le roba un diario y lo lleva para traducir. Resulta que contiene los recuerdos de un joven soldado deportado al Bosque de Katyn. La siguiente historia, a Underwood, contará Łobody, en quién ya están interesados, no sólo, las autoridades británicas.

"El último testigo" es un thriller histórico que trata de ocultar la verdad sobre uno de los crímenes más atroces de la Segunda Guerra Mundial, no solo en Polonia y la URSS, sino en todo el mundo. La inspiración para los creadores de la película fue la biografía de un testigo presencial en la masacre de oficiales polacos, Ivan Krwioziercov (seudónimo Michał Łobody), quien transmitió sus conocimientos a un periodista británico y luego murió en circunstancias inexplicables en Gran Bretaña en 1947. La verdad oculta sobre la Masacre de Katyn es uno de los actos más oscuros cometidos por los aliados durante y después de la Segunda Guerra Mundial.

Stephen Underwood (Alex Pettyfer) izq. y Michał Łobody (Robert Więckiewicz) der. en "El último testigo".
Robert Więckiewicz como Michał Łobody en "El último testigo".

Ivan Krivoziersev - el último testigo

Fue uno de los testigos más importantes de la Masacre de Katyn.

Nació en una familia campesina que durante generaciones estaba viviendo en Nowe Batioki, no lejos de la estación de Gniezdowo, a 12 km de Smolensk. Su familia sufrió durante la colectivización, lo que lo convirtió en un oponente del bolchevismo. A finales de los años 20 y 30, el padre fue arrestado varias veces y encarcelado como un kulak. En 1934 fue arrestado nuevamente y en 1937 fue liberado.

Ivan Kriwoziercew trabajó temporalmente como herrero, cerrajero y trabajador forestal. No fue llevado al ejército por un defecto en la visión. En 1940, se unió al kolkhoz “Czerwona Zorza”, donde trabajó en protección de la huerta, cerca de la estación de trenes en Gniezdowo.

Unos pocos campesinos hablaron por primera vez sobre lo que sucedió en la primavera de 1940 en el Bosque de Katyn. Parfien Kisielev informó sobre las ejecuciones de trabajadores polacos de la organización Todt, que trabajaron cerca de la escena del crimen. Los alemanes todavía no sabían mucho de lo que ocurrió en el lugar. Estos trabajadores construyeron una cruz en Katyn. Luego fueron trasladados a un lugar diferente y el hecho se silenció. Cobró vida a principios de 1943 gracias al otro campesino, que vivía cerca de la escena del crimen, Ivan Krivoziercev, quien informó a un comando alemán cercano sobre las fosas comunes de oficiales polacos que habían sido ejecutados por la NKVD. Gracias a esto, fue posible descubrir las fosas de Katyn. El crimen encubierto durante tres años se convirtió en un hecho conocido.

En marzo-abril de 1940, Krivoziercev observó a la NKVD transportando camiones con oficiales polacos y escuchó de los lugareños, de los grandes pozos que estaban cavando. Declaró que vio a los guardias y conductores de tres o cuatro vehículos que fueron utilizados para transportar prisioneros y afirmó que eran de NKVD en Smolensk y Minsk. También conoció a Jakim Razuvajev, el conductor de uno de los vehículos (woron negro), quien le habló sobre el transporte de oficiales polacos. Vio los camiones que regresaban de Katyn, llenos de objetos de los soldados (baúles, mochilas, abrigos, etc.). En el verano de 1942, escuchó que los prisioneros de guerra polacos, que trabajaban en la zona habían descubierto algunas de las tumbas con oficiales asesinados.

Uno de los testigos de la masacre de Katyn, Parfien Kisielev (izq.), en una conversación con el Dr. Ferenc Orsós.
Primera página del “Goniec Krakowski” con información sobre el descubrimiento de las tumbas de los oficiales polacos. Edición del jueves, 15 de abril de 1943. A principios de 1943, fue el primero en informar a los soldados alemanes estacionados en el área sobre fosas comunes. Fue interrogado por la policía del campo aleman, primero 17 o 18 de febrero, y luego 27 de febrero. Más tarde, su testimonio también fue grabado en el disco. Junto con otros testigos, campesinos locales (Parfien Kisielew, Ivan Andreev, Grigori Vasilkov), estuvo con los alemanes en la escena de las ejecuciones y dio un extenso testimonio. Estuvo presente en la exhumación, participó en la contratación de los trabajadores locales para el trabajo. También actuó como testigo ante personas y comités invitados por los alemanes que vinieron a este lugar. Como traductor, le sirvió Eugeniusz Siemianienko, hijo de una polaca que vivía en Nowe Batioki, Emilia Siemianienko Kozłowska.

El nombre Krivoziercev a menudo es silenciado por los historiadores que tratan el tema de Katyn, por lo que no hay mucha información sobre este testigo presencial. Cuando en 1944 las tropas soviéticas comenzaron a acercarse a Smolensk, Krivoziercev sabía perfectamente que le esperaba. A ningún precio, ni él ni su familia tendrían que caer en manos de la NKVD.

En 1944, junto con su madre y su sobrina de seis años, decidió hacer una dramática escapada a Occidente, sin dinero, sin saber el idioma, en un gran desorden del retiro alemán. Tomar una decisión así requería coraje y mucha determinación, también porque no estaba solo.

Con la ayuda de una columna alemana de automóviles, escapó del ejército soviético que se aproximaba a Minsk, donde se encontró con Ivan Andreev y Eugene Siemianienko, y luego se dirigió a Occidente. Estuvo consciente de que podía recibir un alto castigo por revelar el crimen de Katyń a los alemanes.

Después de semanas de adversidad y aventuras, que ningún guionista podría imaginar, llegaron a la ocupada Polonia. Aquí, en el desorden de la evacuación alemana, su madre y la sobrina se perdieron. Intentó buscarlas, pero fue en vano.

Krivoziercev logró pasar Alemania y sobrevivir. Cuando terminó la guerra, informó a los estadounidenses en Bremen, con la esperanza de que la información sobre la masacre de Katyn interesara a la inteligencia USA. Sin embargo, no fue así. Las conversaciones con los oficiales fueron llevadas a cabo por un traductor. Los militares no entendieron muy bien de qué habla este asustado koljoz ruso. En este momento Krivoziercev se dio cuenta de una grave situación en que se encontraba. Los estadounidenses, que exageraban fuertemente su lealtad a la Rusia estalinista, decidieron enviar el refugiado a los aliados rusos. Krivoziersev decidió huir de nuevo para salvar su vida.

Esquivando las patrullas estadounidenses, encontró tropas polacas. Hizo extensos testimonios a los oficiales polacos sobre la masacre de Katyn, que más tarde se convirtieron en parte de los archivos documentales. Fue enviado al Segundo Cuerpo Polaco en Italia. Allí, dio un extenso testimonio a Ferdinand Goetl y Józef Mackiewicz (un total de cinco testimonios para las autoridades polacas en el exilio). Al terminar su misión en Italia, Krivoziercev junto con el Segundo Cuerpo Polaco llegó a Inglaterra. Se encontró en uno de los campos de refugiados. Los guardas polacos tenían miedo de las largas manos de la NKVD. Así que cambió su identidad al apellido polaco Michał Łoboda.

De esta manera obtuvo el asilo político. Se instaló en el condado Somerset. El 30 de octubre de 1947, fue encontrado, ahorcado en un árbol. La policía inglesa dijo que fue un suicidio, aunque generó muchas dudas. Józef Mackiewicz dedicó varios artículos a la misteriosa muerte en la prensa de emigración. Mientras tanto, su amigo desapareció en circunstancias inexplicables.

Józef Mackiewicz (en el medio) en el Bosque de Katyn está revisando, junto con los delegados de los trabajadores de Varsovia, documentos de los asesinados. Fotografía del 1º o del 22 de mayo de 1943.

Ferdynand Goetel en el Bosque de Katyn (tercero desde la izquierda). Abril de 1943.

 

Ocultamiento por los británicos la Masacre de Katyn

El gobierno británico sabía perfectamente lo que había sucedido con los oficiales polacos que habían acudido a la cautividad soviética. Para no poner en peligro la alianza con la Unión Soviética, decidió no mencionar el descubrimiento de las fosas comunes en Katyn. Esto está confirmado por documentos del Archivo Nacional Británico, divulgados por el Ministerio de Asuntos Exteriores.

Un informe detallado sobre la Masacre de Katyn fue escrito el 24 de mayo de 1943 por Owen O'Malley, el embajador británico en el gobierno polaco en el exilio. O'Malley enumera en ella cinco pruebas que confirman que los soviéticos asesinaron a prisioneros polacos. Uno de los anexos al informe es una descripción detallada de los cuerpos y objetos encontrados, que indica que el delito se cometió en 1940. El informe completo de O'Malley fue publicado por el Ministerio de Asuntos Exteriores.

Los documentos publicados por el Ministerio de Asuntos Exteriores muestran el gran estado de conocimiento de las autoridades británicas sobre el destino de los polacos arrestados y deportados por la NKVD. En octubre de 1942 su número se estimó en un millón, de los cuales 100-150 mil han muerto. Los autores de los documentos indican, entre otras cosas, que los arrestos se realizaron sin un plan preciso y que los exiliados no contaron con los medios necesarios para vivir. Como consecuencia, causó una alta mortalidad, especialmente entre los niños.
Como señala el Ministerio de Asuntos Exteriores, los documentos presentados se han desclasificado gradualmente en los últimos años y se han puesto a disposición de investigadores e historiadores. Algunos de los materiales presentados (especialmente a partir del período de la Segunda Guerra Mundial) ya fueron publicados y utilizados por los historiadores. La situación es diferente cuando se trata de documentos de las décadas de 1950 y 1970, que se han utilizado raramente, y algunos de ellos siguen siendo desconocidos. El Ministerio de Asuntos Exteriores también publicó en su sitio web materiales publicados anteriormente, de modo que la colección presentada refleje plenamente las acciones británicas en la Masacre de Katyn.

Los documentos de la década de 1950 están relacionados con la llegada de miembros del Comité Madden que pidieron apoyo a los británicos. - La reacción es más que escéptica, los funcionarios multiplican las dificultades, afirman que puede haber disturbios, acusaciones de difamación relacionadas con el testimonio. No proporcionan documentos, no ayudan a encontrar testigos, por ejemplo, uno de los soldados británicos que estuvo en 1943 en Katyn. Vivió en la década de 1950 en Sudáfrica, tenía documentos, pruebas y aceptó declarar, pero los británicos no se lo dieron al Comité. El segundo episodio es la conversación entre el embajador británico y el jefe del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre la partida de los representantes del Comité. Ambos estaban preocupados por el hecho de no dar demasiada publicidad, explica el historiador Piotr Długołęcki.

El 29 de octubre de 1942 el coronel Lesli Hulls preparó el informe secreto sobre las relaciones polaco-soviéticas.

Descubrimiento de las fosas comunes en el Bosque de Katyn.
Escritores de Europa invitados para dar su testimonio sobre las fosas comunes encontradas en Bosque de Katyn. Los archivos también se refieren al tema de la construcción del monumento Katyn en Londres. En 1971, se creó un fondo para recolectar donaciones para la construcción, se ganó el apoyo de personas influyentes y se llevó a la Cámara de Diputados y al Senado a discutir el tema de Katyn para el debate en la ONU. El gobierno británico tomó una posición decididamente negativa, también con respecto al monumento. Aquí también protestaron las embajadas de la PRL y la URSS, que los británicos aceptaron con amabilidad, haciendo todo lo posible para detener la iniciativa, no permitiendo la construcción del monumento en un lugar prestigioso. Finalmente, se construyó en las afueras de Londres, y solo porque se erigió en terrenos de iglesias privadas.

La posición británica cambió recién en 1979, cuando Margaret Thatcher, conocida por los puntos de vista anticomunistas, llegó al poder. - Permitió la participación de representantes del Ministerio de Defensa en tales ceremonias, sin tener en cuenta las protestas de las autoridades de la PRL y la URSS, afirmando que quieren restaurar la memoria de los polacos que lucharon en la Segunda Guerra Mundial.

Al evaluar los motivos de un silencio tan prolongado de Gran Bretaña sobre Katyn, se explica que Churchill quería vencer a Alemania y temía estropear la cooperación con la URSS. - Por otro lado, la política después de 1945 a la década de 1970 parece estar equivocada en este asunto. Ella no les trajo nada bueno, y se expuso a ataques de prensa y protestas. Parece que esto se debió a de la renuencia a retirarse de la posición militar de Churchill y admitir que lo que se dijo no era del todo cierto.

Aún se está esperando la desclasificación de los materiales sobre el tema de la política británica sobre Katyn después de la imposición de la ley marcial y desde finales de la década de 1980 en el contexto del cambio del sistema político en Polonia y la adjudicación oficial de la URSS a la comisión de delitos.

 

 

 

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Fecha del evento: Domingo 7.04.2019 Casa Bruzzone Mar del Plata