Por desgracia, después de haber transcurrido un cuarto de siglo del colapso del sistema comunista, el coronel Kuklinski es a menudo llamado un "traidor". Esta es la típica postura que toman los viejos esbirros rojos y sus cómplices en los medios, cuando se conmemora el entierro de este héroe y cuando se le busca negar la promoción póstuma al grado de general; quedando en la nada todos los esfuerzos por honrarlo. Esto es sólo otra triste prueba de que la peste roja y sus cómplices siguen teniendo firmemente maniatada a Polonia...

Ryszard Jerzy Kukliński, cuyo nombre clave era Jack Strong (13 de junio de 1930 — 11 de febrero de 2004) fue un coronel y espía polaco a favor de los Estados Unidos durante la Guerra Fría. Espió para los estadounidenses por el deseo de promover los intereses nacionales de Polonia frente a la influencia soviética sobre su país luego de la Segunda Guerra Mundial. Por ese motivo le suministró documentos secretos del Pacto de Varsovia a la CIA entre 1971 y 1981.

Kukliński nació en la capital polaca de Varsovia, dentro de una familia de clase trabajadora de tradición socialista. Su padre se opuso a la ocupación nazi integrando el movimiento de resistencia polaca durante la Segunda Guerra Mundial y terminó muriendo en el campo de concentración de Sachsenhausen. El mismo Ryszard pasó brevemente por un campo de trabajos forzados cuando sólo tenía trece años de edad. Al concluir la guerra, Kukliński comenzó lo que sería una exitosa carrera militar dentro del por entonces recientemente creado Ejército Popular Polaco. Como oficial del Ejército participó en los preparativos de las fuerzas del Pacto de Varsovia que invadirían a Checoslovaquia en agosto de 1968, durante los sucesos de la Primavera de Praga.

Posteriormente, al ser reprimidos en diciembre de 1970 los trabajadores polacos que se manifestaban en la localidad de Gdynia y en la ciudad de Gdansk, Kukliński sintió aversión hacia el régimen comunista polaco, pero más hacia el soviético (al cual lo veía como el verdadero opresor de su país). Debido a la ocupación e infiltración de facto de Polonia por parte de la URSS después del fin de la Segunda Guerra Mundial, lo que Kukliński veía como los legítimos intereses nacionales polacos sólo podían ser promovidos en secreto.

A partir de ese hecho decidió intentar contactar a los servicios de espionaje estadounidenses. Hacerlo dentro de Polonia era bastante peligroso, por lo que se le ocurrió una astuta idea para lograrlo: convenció a sus superiores de que un selecto grupo de oficiales podía ocasionalmente recorrer las costas de Europa Occidental en barco, haciéndose pasar por turistas, y así recoger eventual información de inteligencia útil. Finalmente logró su objetivo en agosto de 1972, durante uno de esos viajes, consiguió enviarle una carta a la embajada estadounidense en Bonn (entonces capital de Alemania Occidental).

Los informes describían, entre otras cuestiones, un magistral análisis soviético de los puntos débiles de la OTAN, detalles técnicos del último tanque soviético de esa época, el T-72 y de los misiles Strela-1, los planes estratégicos de Moscú respecto del uso de armas nucleares, la distribución de la bases soviéticas de artillería antiaérea en los territorios de Polonia y de la entonces Alemania Oriental, un manual de trescientas páginas sobre guerra electrónica, los métodos y técnicas de ocultación usados por los soviéticos para minimizar e intentar evitar la detección de sus equipos militares por parte de los satélites espías estadounidenses, información de que la URSS se disponía a invadir un país del sur (que resultaría ser Afganistán, en 1979) y hasta planes para algo que involucraría de cerca al propio Kukliński, la eventual implantación de la ley marcial en Polonia, hecho que finalmente sucedería en 1981.

Por esa época, el cerco de la contrainteligencia polaca y soviética se estaba cerrando sobre Kukliński. Por ejemplo, en septiembre de 1981 el ministro del Interior de Polonia comentó que ―Moscú se queja de que todo lo que se discute en el Politburó se sabe en [el combativo sindicato] Solidaridad en menos de 24 horas. [...] La fuga de información es terrible.‖ Hasta el nombre clave "Wiosna", del plan para instaurar la ley marcial en el país era conocido por Solidarność. Y el coronel Kukliński formaba parte de un muy selecto grupo de tan sólo diez personas en toda la nación que oficialmente conocía ese nombre secreto.

Ryszard Kukliński llegó a ser el jefe de una división de planificación del Ejército polaco durante el régimen comunista en su país, a la vez que se desempeñaba como oficial de enlace con los militares soviéticos, por lo que tenía un conocimiento bastante amplio de las fuerzas polacas dentro del Pacto de Varsovia.

A pesar de que los planes generales puntuales respecto de las fuerzas militares del Pacto de Varsovia sólo eran conocidos en detalle por el régimen soviético, Kukliński podía deducir mucho acerca de los mismos, a partir de sus contactos en Moscú.

La información suministrada por los soviéticos pronosticaba que, en el caso del inicio de una guerra abierta entre los Estados Unidos y la entonces Unión Soviética, Polonia sería forzosamente sacrificada, y se esperaba que recibiese entre cuatrocientos y seiscientos impactos de ojivas nucleares (MRBMs y/o ICBMs219 - misiles balísticos de mediano y largo alcance) por parte de las fuerzas de la OTAN. Esa muy tenebrosa posibilidad lo llevó a seguir cooperando con la CIA (e indirectamente con la OTAN) para contribuir a evitar semejante destino, e intentar mantener neutralizada una hipotética escalada atómica entre ambas superpotencias militares antagónicas.

La información suministrada por Kukliński tuvo un gran impacto en los planes militares de la OTAN en Europa, varios de los cuales fueron reajustados a partir de sus sugerencias y del material por él proporcionado.

Ryszard Kukliński, corriendo el inminente riesgo de ser descubierto, fue "ex filtrado" de Polonia por la CIA (muy probablemente escondido dentro de un vehículo oficial de le embajada estadounidense en Varsovia) junto a su esposa y sus dos hijos. Llegó a los Estados Unidos el 11 de noviembre de 1981. Su rescate aconteció poco antes de la imposición, en diciembre de ese mismo año, de la ley marcial en Polonia.

El 23 de mayo de 1984 Kukliński fue sentenciado a muerte en ausencia, por parte de una corte militar secreta de la todavía comunista Polonia. Pero luego del desplome del comunismo en el país, en 1989, la sentencia fue derogada por las nuevas autoridades y, luego de un dilatado exilio, el espía retornaría momentáneamente a su país en abril de 1998.

Para muchos en Polonia Kukliński sigue siendo una figura controvertida. La mayoría lo considera un legítimo héroe nacional, pero algunos lo siguen considerando un traidor.

Algunos analistas consideran que Kukliński, al haberles revelados planes militares soviéticos a la CIA, ayudó a que se frustrase la proyectada y tentativa invasión soviética de Polonia en 1981 (causándose en cambio, el "mal menor" de la imposición de la ley marcial localmente), y de esa manera ayudó a evitar un "recalentamiento" de las tensiones de la Guerra Fría y hasta una hipotética escalada nuclear del conflicto, que indudablemente hubiese significado la virtual destrucción completa de Polonia (así como del mundo en general y de Europa en particular). No obstante, estas aseveraciones son difíciles de evaluar (y más aún, de confirmar), ya que los hechos que llevaron a la declaración de la ley marcial polaca durante 1981 aún son controvertidos y disputados por varios historiadores.

Kukliński está enterrado en la fila de honor del cementerio militar Powązki de Varsovia, y ha sido declarado ciudadano ilustre de varias ciudades polacas, entre las que sobresalen Cracovia y Gdansk.

Por su parte, el grupo político polaco "Centrum" solicitó en 2004 al entonces presidente de Polonia que le otorgase póstumamente el rango de general a Kukliński.

¿Cuántos años ya tiene una disputa sobre el coronel Kuklinski? ¿Cuántos libros, programas de radio y TV, polémicas, puntos de vista opuestos...? Tal vez la disputa por el coronel Kuklinski es más que una disputa por el mismo. Se ha producido no sólo en el plano moral, sino que también en el histórico, jurídico y político. Se trata de una disputa por Polonia, cuya forma y futuro se han decretado en Yalta - dijo en la homilía de la misa fúnebre en honor al coronel Kuklinski, el obispo Głódź.

Coronel R. Kukliński (nac.13.06.1930 Varsovia, Polonia, fall. 11.02.2004 Tampa, USA).