Segunda Guerra Mundial (1939-1945)

 

Montecassino (2001) Documental  
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Este es un documental de extrema rigurosidad histórica que cuenta las importantes opiniones de destacados historiadores y militares y, en ocasiones, testimonios de personas que participaron directamente en alguna contienda. Cuenta con imágenes y gráficos explicativos de sumo interés y calidad.

Desde principios de 1944, los aliados pusieron mucho empeño en la conquista de Montecassino, punto crucial de la línea defensiva Gustav, establecida por los alemanes en el centro de Italia. Este estratégico enclave, en la ruta de Nápoles a Roma, era vital para los aliados si querían proseguir su avance desde el sur de la península italiana hasta la capital. Hasta cuatro batallas tuvieron lugar, entre enero y mayo, en Cassino y sus alrededores. Debido a la dureza de los combates, y a luchar entre ruinas, la batalla de Montecassino fue denominada “la Stalingrado de las montañas”. Defendido a ultranza por unidades de elite alemanas, la ciudad y el monasterio medieval de Cassino, enclavado en lo alto de una colina, fueron destruidos por terribles bombardeos, cayendo finalmente en poder de los aliados a mediados de mayo.

Antecedentes. Aunque en un principio la estrategia mediterránea debía acabar con la conquista de Sicilia y un pequeño desembarco en Italia, la lejanía aun al Día D y la insistencia de Churchill motivó que la invasión de Italia se tomara más en serio. Poco antes de los desembarcos se formó un nuevo gobierno italiano, precedido por el Mariscal Badoglio, que inmediatamente negoció la paz con los aliados deteniendo a Mussolini. No obstante Hitler estuvo ágil en esta ocasión y 9 divisiones alemanas ocuparon la totalidad de la península italiana en poco tiempo, desarmando a los que eran sus aliados hasta hace poco y ocupando sus cuarteles y bases.

Cuando al día siguiente se produjeron los desembarcos en Salerno y Tarento, los alemanes corrieron prestos a defender una patria que no era la suya. Precisamente esta defensa, a cargo del X Ejército de Von Vietinghoff, convenció a Hitler de darle la razón a Kesselring para defender la totalidad de la península y desechar el consejo de Rommel que proponía retirarse a unas fuertes defensas en el norte, dejando la mayor parte del país en manos de los aliados sin lucha.

Durante el otoño de 1943 las fuerzas aliadas avanzaron penosamente a través de una península italiana que se mostraba perfecta para la defensa. Partida en 2 por los Apeninos, los ejércitos aliados, el V Estadounidense a la izquierda, y el VIII Británico a la derecha, avanzaban hacia el norte penosa y lentamente de rio en rio. Cada puente era volado. Se provocaban derrumbes en los incontables barrancos que lindaban con las carreteras. Simples nidos de ametrallados colocados en una altura que dominaba un tramo de carretera, se podían convertir en puntos fuertes que se tardaba horas en eliminar y pagando un precio en sangre desproporcionado por ello.

Kesselring, había previsto retrasar a los aliados el tiempo suficiente con estas tácticas para que las defensas principales, construidas siguiendo los cursos de los ríos Sangro y Garigliano, la línea Gustav, se completase en la zona en la que la península italiana se volvía aún más estrecha.

Poco a poco los aliados fueron avanzando esforzándose principalmente en el avance a lo largo del frente occidental, asignado al V Ejército, y siguiendo las denominadas carreteras 6 y 7. Cerca de Roma se encontraban las mejores zonas para que una división acorazada se pudiera desplegar y por lo tanto salir de aquel embrollo de ríos y barrancos y conseguir rodear a las divisiones alemanas que con tanto tesón se defendían en aquel duro frente.

Primeros ataques a Gustav. Cuando, tras muchas calamidades, las tropas aliadas llegaron a la línea Gustav, su dispositivo, empezando desde la costa del mar y siguiendo hasta los Apeninos era el siguiente:

V Ejército Estadounidense (General Mark Clark):
II Cuerpo Estadounidense (General Mark Clark)

-34ª División de Infantería Estadounidense
-36ª División de Infantería “Texas” Estadounidense
-45ª División de Infantería Estadounidense
-85ª División de Infantería
-88ª División de Infantería

X Cuerpo Británico (General Richar Mc Creery)
-5ª División de Infantería Británica
-46ª División de Infantería Británica
-56ª División de Infantería Británica

Cuerpo Expedicionario Francés Libre (General Alphonse Juin)
-1ª División Motorizada Francesa Libre
-2ª División de Infantería Marroquí
-3ª División de Infantería Argelina
-4ª División de Montaña Marroquí

Cuerpo Neozelandés (General Bernard Freyberg)
-2ª División de Infantería Neozelandesa
-4ª División de Infantería India
-Batallón Gurkha Nepalí

II Cuerpo Polaco Libre (General Wladyslaw Anders)
-3ª División de Infantería Polaca Libre
-5ª División de Infantería Polaca Libre

I Cuerpo Canadiense (General Eedson Louis Burns)
-1ª División de Infantería Canadiense
-5ª División de Infantería Canadiense

XIII Cuerpo Británico (General Sidney Kirkman)
-4ª División de Infantería Británica
-6ª División Blindada Británica
-78ª División de Infantería Británica
-8ª División de Infantería India
-1ª División de Infantería Sudafricana
·Brigada Motorizada Italiana Cobeligerante (General Umberto Utini)

Cassino y su abadía se encontraban por tanto dentro de los objetivos del II CE Americano pero serían los franceses los primeros en intentar la ruptura de la Línea Gustav, el 12 de febrero. Sus objetivos iniciales eran atravesar la línea Gustav más al norte del Cassino para después girar a la izquierda y caer en la retaguardia de las tropas alemanas en la parte superior del valle del rio Liri.

Situadas en el extremo derecho de la formación del V Ejército Americano la 2 División Marroquí inicio sus ataques en la oscuridad y sin barrea artillera previa. El resultado de esta maniobra fue un avance constante aunque sin llegar a conseguir la ruptura de la línea.

Más a su izquierda la 3 División Argelina, novata en el combate, atacó en dirección al pueblo de Monna Casale, que logro tomar más, pero perdió a causa de un contraataque a cargo de los hombres de la 5 División de Montaña Alemana. Ambas unidades se manejaban bien en el duro terreno por lo que la lucha acabo deparando en encuentros entre pequeñas patrullas mientras el pueblo cambiaba de manos a menudo. Finalmente el 17 de febrero el agotamiento de casi una semana de duros combates en un terreno nevado provoco el cese de la ofensiva.

No obstante el general Juin, al mando del CE Francés, había conseguido "notables" progresos y pensaba que con una división de refuerzo se podría superar los últimos escollos y superar definitivamente la Línea Gustav, pero Clark no estaba por la labor de trasladar alguna de las divisiones americanas al sector francés, cuando estas estaban a punto de iniciar su propia ofensiva sobre el rio Rápido, que marcaba la entrada al valle del rio Liri. Por lo tanto el ataque francés quedó suspendido y las tropas pasaron a la defensiva en las posiciones ya alcanzadas.

Esta fue una gran noticia para Von Senger que sabía que de continuar los ataques aliados en esa zona solo podría oponer resistencia hasta la localidad de Atina. Detrás no había más tropas alemanas. Por lo tanto el cese de los ataques en esa dirección le permitió concentrarse en los ataques de británicos y americanos...

Ataques ingleses junto a la costa. La principal función del X Cuerpo Británico, situado a la izquierda del despliegue del V Ejército y comandado por el teniente general Richard Mc Creery, seria cruzar el Garigliano para ofrecer apoyo de flanco a los ataques que días después debían llevar a cabo los americanos en la entrada del valle contra el río Rápido. No obstante si estos se mostraban exitosos quizás podrían superar esta línea y caer a sus espaldas...

El 17 de enero Mc Creery atacó con 2 de sus divisiones (5 y 56 Británicas) a la 94 División de Infantería Alemana que defendía la línea con el rio Garigliano, como principal soporte defensivo. Mientras la 56 "preparó" el terreno con un bombardeo de artillería, la 5 División comenzó su asalto en silencio para intentar aprovechar el factor sorpresa. La defensa alemana se mostró fuerte y los británicos apenas consiguieron avances significativos en el primer día. Cualquier metro ganado era contraatacado por los infantes alemanes. No obstante al segundo día los avances, aunque costosos, se mostraron lo suficientemente importantes para que Von Senger se preocupara por la acción aliada. Solicitó refuerzos y Kesselring, que también vio el peligro de la maniobra aliada, envió a las 29 y 90 División PzGr desde Roma. Estos refuerzos, junto a tropas de la vecina 15 División PzGr, fueron suficientes para frenar el avance aliado. Ahí se había demostrado, como temían los altos mandos alemanes, puesto que de continuar con éxito la ofensiva se podría haber superada la principal línea defensiva del valle del rio Liri.

Aún el día 19, la 46 División de Infantería lanzó su ataque en el curso medio del Garigliano, intentando renovar la ofensiva pero su ataque fracaso, fundamentalmente, por que la fuerte corriente del rio rompía los cables de los botes y transbordadores. Las pocas unidades que consiguieron cruzar no pudieron ser reforzadas y poco a poco cayeron prisioneras.

No obstante la maniobra sirvió para quitarle presión al futuro desembarco en Anzio al ser desplazadas desde Roma 2 divisiones que, para colmo de los alemanes, eran bastante fuertes.

Ataques americanos en el valle. En el sector americano la ofensiva comenzó algo más tarde que en el británico. El peso lo llevó la División de Infantería nº 36. Su objetivo sería atacar a ambos lados de Sant Angelo para rodear la ciudad y coparla. No obstante en el medio había un rio. Un rio que no era muy impresionante. En sus puntos más anchos alcanzaba los 15 m y tenía unos 3 m de profundidad. Las márgenes se elevaban un metro más. No obstante formaba parte de la línea principal de Gustav y los soldados de la 15 División de PzGr se habían preocupado de prepararlo para la defensa.

A ambos lados del rio gran cantidad de árboles habían sido talados para ofrecer una mejor perspectiva de cualquier avance enemigo. Además, mediante la construcción de presas y canales, se había inundado gran parte de las llanuras aledañas al rio convirtiéndolo todo en un pantano. El terreno que estaba más seco había sido minado, alambrado y marcado para tiro de artillería. Con todo esto los alemanes privaron a los aliados de la posibilidad de atacar el rio con vehículos. Para colmo el cercano monasterio de Montecassino otorgaba a los alemanes, sin que estos estuvieran dentro de él, unas posiciones de observación magnificas que hacían que cualquier movimiento importante de tropas, vehículos o material se tuviera que realizar al amparo de la oscuridad sino se quería sufrir el riesgo de una certera descarga de artillería.

Todo esto no beneficiaba mucho a los americanos que intentasen cruzar el rio, pero es que además los soldados alemanes que se encontraban al otro lado estaban perfectamente guarnecidos de la artillería aliada en bunkers, trincheras y blocaos con su armamento dispuesto a la espera de cualquier unidad que consiguiera poner el pie al otro lado del rio. Para colmo los bombardeos aliados habían convertido la ciudad de Sant Angelo en una ruina que los soldados alemanes aprovecharon muy bien y es que las ruinas de piedra ofrecían excelentes posiciones defensivas que habían aprovechado este detalle para convertir la ciudad en un punto fuerte de la, ya de por si poderosa, línea Gustav.

Este es el panorama que se encontraron los 2 regimientos de la 36 División de Infantería cuando iniciaron sus ataques apoyados por algunos batallones de ingenieros que tenían la misión de limpiar las minas y tender puentes. El hombre al mando de la unidad, el general Fred Walker, dejo plasmado en su diario la poca fe que tenía en un ataque tan peligroso. A pesar de esto ordenes son ordenes por lo que puso en marcha 2 regimientos de su división que atacarían en la noche del 20 de enero. Cada uno avanzaría a un lado de la ciudad intentando rodearla para converger más halla. El regimiento 141 cruzaría el rio al norte de Sant Angelo mientras que el 143 lo haría al sur.

El ataque artillero inicial que cubría al 141 ocasiono escasas pérdidas en las líneas alemanes por lo que cuando los soldados americanos se acercaron al rio cargando a pie con sus botes y balsas fueron recibidos por un aluvión de fuego ligero procedente del otro lado del agua. Para colmo la artillería alemana entro en acción causando graves bajas en las unidades aliadas (una compañía llego a perder 30 hombres en una única descarga, incluido su oficial al mando). Las balas y metralla agujerearon las balsas y botes por lo que cuando llegaron al rio Rápido, muchas de ellas se hundieron en el agua rápidamente y aun otras fueron arrastradas por la fuerte corriente. Aun así, poco a poco, fueron pasando soldados hasta alcanzar el millar al otro lado del río. Eso sí totalmente rodeados y acosados por las tropas alemanas. Un puente que se consiguió terminar permitió el cruce de algunos hombres más. No obstante a la mañana siguiente el fuego artillero alemán voló la estructura. Durante el resto del día se pudo oír, cada vez con menos frecuencia, los intentos por defenderse de los soldados americanos.

El ataque del 143 no fue muy diferente. No sufrió tantas bajas en su ataque y consiguió que un batallón prácticamente entero cruzase al otro lado del rio antes de amanecer. No obstante fueron rodeados por tanques y cañones autopropulsados. Sin poder contener por mucho tiempo a estos el batallón se retiró de esa orilla a las 10 de la mañana.

Esa misma tarde se volvió a intentar el cruce bajo una cortina de humo tendida por la artillería aliada. Esta vez este fue algo más exitoso lográndose que cruzasen el rio unos 2 batallones. Al mismo tiempo se comenzó a tender otro puente que permitiese el paso de los tanques a la otra orilla pero los camiones se quedaban atascados en el denso lodazal preparado por los alemanes dificultando mucho el trabajo. Durante toda la noche se trabajó duro pero al amanecer aún no estaba listo y fue volado en parte por la artillería alemana motivando su abandono. Sin posibilidad de reforzar a las tropas al otro lado del rio y con estas rodeadas y cada vez más debilitadas el día fue transcurriendo mientras los sonidos de los disparos se hacían menos intensos en la otra orilla. Al final de la tarde ya no se oía nada. Los hombres que estaban al otro lado del agua habían muerto o habían sido tomados prisioneros.

El 22 de enero, cuando todo termino, la 36 División de Infantería había perdido más de 1000 hombres en el intento de cruce del Rio rápido. Mientras tanto los alemanes apenas habían sufrido. Ni habían tenido muchas bajas ni habían necesitado desviar tropas para contener el ataque que en ningún momento consideraron peligroso.

La línea Gustav. Análisis de una barrera de piedra, metal y soldados. En los primeros asaltos contra la línea Gustav los aliados fueron claramente derrotados. Varios factores afectaron el desenlace de las primeras batallas: 
- Las prisas de Clark por apoyar el futuro desembarco de Anzio.
- No querer dejar respirar a las tropas alemanas. 
- Mala organización a la hora de preparar los ataques. 
- Pero sobre todo un terreno perfectamente acondicionado para la defensa. 

El valle del rio Liri era atravesado por una de las 2 carreteras que los aliados estaban siguiendo en su avance hacia Roma. La ruta 6 llegaba hasta Cassino y continuaba hacia la capital italiana. Era, junto a la ruta 7 pegada a la costa, el camino lógico para ir a Roma. Además poco después de atravesar el valle del Liri se "acababan" las montañas por lo que se podrían desplegar los carros aliados que estaban aprisionados en aquellos caminos de cabras.

Apoyada, en su vertiente occidental, en los ríos Garigliano y Rápido seguía además los límites de las cordilleras de entrada a los montes Aurunci y los circundantes a Cassino.

En todas estas posiciones los alemanes habían tenido tiempo de preparar todo tipo bunkers, blocaos y trincheras que se mantenían en silencio hasta que localizaban a algún enemigo. Equipadas con Mgs y morteros cada puesto defensivo era cubierto a su vez por otros de manera que lanzarte al asalto de uno era bastante peligroso, no solo por el propio fuego defensivo del refugio asaltado, sino por el de los vecinos. Además estos puestos defensivos eran bastante difíciles de poner fuera de servicio por el fuego artillero por sus condiciones; ocultos por la vegetación o en la tierra, muros de hormigón gruesos, trincheras elevadas.

Para aumentar el sufrimiento de los soldados aliados la zona, como ya hemos dicho, era atravesada por 2 ríos que dificultan cualquier tipo de ataque. Especialmente en el Rápido los alemanes se lucieron. Construyendo presas, río arriba desbordaron el curso natural del agua en cursos inferiores formando auténticos cenagales de gran extensión que provocaban verdaderos atascos de hombres o bien circulando por puntos marcados para la artillería o bien reptando entre un montón de minas bajo fuego de ametralladoras. Lógicamente también impedían cualquier acercamiento de vehículos pesados al hundirse estos en el fango, privando así a los infantes de un valioso fuego de apoyo cuando más lo necesitarían.

Las minas también fueron ampliamente usadas por los alemanes. Ya sea en el fango del rio Rápido, en un camino de cabras cercano al monasterio, entre las ruinas de Cassino los soldados aliados debían ir pendientes al máximo de donde pisaban o lo que movían. Miles de minas Betty rebotante y Schu fueron colocadas en toda la línea causando gran número de bajas a los aliados.

Otro factor determinante era el terreno montañoso en sí mismo. Las laderas escarpadas, o directamente inescapables, condicionaban mucho los movimientos de tropas. Aún más pues los ataques que tenían que ser realizados en muchas ocasiones con una mano en el fusil y la otra a una cuerda de escalada o un agarre precario en la roca.

Para seguir complicando el panorama los bombarderos aliados en muchas ocasiones dificultaron notablemente al avance terrestre: las granadas de aviación o artillería derribaban los pocos árboles que había para ocultarse, convertían las casas de piedras en formidables refugios para los soldados alemanes, machacaban el terreno por el que luego pasarían los tanques.

A todo esto teníamos que sumarle el clima. Los ataques a Cassino empezaron en enero con nieve en las cumbres y fuertes temporales. Incluso cuando finalmente se rompió la línea Gustav en mayo el tiempo lluvioso no era muy agradable.

Otro factor importante que ayudo mucho en la defensa fue el tándem puesto de observación/artillería que hacia cualquier movimiento peligroso a la luz del día. Los soldados aliados se tomaron esta combinación muy en serio y constantemente miraban al monasterio, atentos a las granadas que tan certeramente dificultaban cualquier movimiento. Además la logística alemana en este apartado se mantuvo a buen nivel y durante la batalla no desfalleció y pudo mantener durante la mayoría de ella a sus cañones bien aprovisionados de munición.

Para el colmo las tropas que defendían esta maraña de problemas era de lo mejor que tenía Alemania. Divisiones como la 1 de Paracaidistas, la 15 de PzGr o la Herman Goering demostraron durante los combates su nivel.

Un último factor (aunque quizás no) pero no menos importante era la determinación alemana a no ceder terreno. Parecían estar luchando como si fuera en su propio país y no en el de unos aliados que los traicionaron.

Gustav fue una de las mejores líneas defensivas de toda la guerra: con el terreno tan a favor, tropas excelentes y con determinación defendiéndolo y fallos aliados del ataque a Gustav, se convertiría en la campaña más larga y sangrienta de la guerra en Italia.

Como breve explicación del porqué del desembarco tenemos que analizar este en conjunto a los ataques de mediados de enero a la línea Gustav por parte de los aliados. Estos debían romper el frente para después avanzar a reunirse con las tropas que ocupaban Ancio y que a su vez cortarían la retirada al X Ejército Alemán tomando los montes Albano. Estas alturas, al sur de Roma, dominaban tanto en la ruta 6 como y la 7 y que cayendo en manos aliadas, Kesselring sabía que no tendría sentido continuar la lucha más al sur, pues no tendrían posibilidad de escapar de la trampa.

Si revisamos el mapa, podemos observar claramente como los Apeninos separan Italia en 2 mitades sin que existan demasiadas carreteras grandes para comunicar el lado occidental, el del Mediterráneo y asignado al V Ejército Estadounidense, con el oriental, del mar Adriático y ocupado por el VIII Ejército Británico.

Cualquier paso de fuerzas de un ejército a otro debía hacerse por carreteras de segunda (o tercera) que retrasaban mucho el movimiento. Esto no deja de ser otra dificultad al ataque a Gustav pues obligaba a que cada ejército atacase por su lado sin poder ayudar o aprovechar las rupturas del otro rápidamente.

No obstante para los Alemanes esto no era un problema. La denominada ruta 5, que salía de Roma y llegaba a Pescara a orillas del Adriático, facilitaba enormemente el movimiento de tropas de un lado a otro del frente permitiendo reforzar las zonas más amenazadas rápidamente.

Franceses y americanos lo intentan de nuevo. Con el desembarco en Anzio desviando tropas, si bien de otros frentes y no de la misma Gustav, Clark preparo otro ataque para intentar romper las defensas alemanas. No obstante el fracaso de mediados de enero hizo que esta vez la operación tomara forma de un ataque de flanqueo ya que en lugar de atacar directamente el valle del rio Liri lo harían en las alturas al norte y este de Cassino para intentar caer al valle superando ya las principales líneas defensivas del rio Rápido.

De nuevo serían los franceses los que se ocuparían de atacar a través de la zona más montañosa situada en el extremo derecho de la formación aliada. Mientras tanto las divisiones de infantería de USA 34 y 36 (esta menormente por estar recuperándose de su asalto anterior) atacarían de nuevo el rio Rápido pero en un curso superior a Sant Angelo, de amargo recuerdo para ellos. El ataque comenzaría el día 24 de enero.

El objetivo inicial de los franceses, el monte Cifalco no pudo caer en sus manos ya que fue tenazmente defendido por la 5 División de Montaña Alemana frente a la 2 Marroquí. Un poco más al sur la 3 División Argelina, sí que consiguió avanzar y estar a punto de flanquear las posiciones alemanas pero la fuerte resistencia alemana junto con la complicada logística impidió que el ataque progresara. El general Juin estaba convencido de que forzando un poco, y con ayuda de una división americana se podría romper el frente en su sector, pero Clark se negó a prestarle, nuevamente, la división al estar estas preparadas para su ataque. No obstante un regimiento de la 36 División que había sufrido poco en el cruce al Rápido, si fue insertado a la izquierda de los franceses, y por lo tanto a la derecha de la 34 División, para intentar continuar el ataque.

Mientras tanto al sur el ataque americano, llevado principalmente por la 34 División, comenzó con las mismas vistas que el de mediados de enero. Aunque el rio Rápido no era ni tan rápido ni tan profundo como más al sur, los alemanes habían convertido también esta zona en un lodazal considerable que junto a las alambradas y las minas dificultaba cualquier movimiento. No obstante esta vez todo empezó mejor al conseguir cruzar 2 batallones del 133 Regimiento el cauce del agua. Justo tras el rio un antiguo cuartel italiano fue atacado rápidamente pero los defensores alemanes, del 134 Regimiento de Granaderos, consiguieron aguantar hasta el amanecer, momento en el que, con sus privilegiados puestos de observación, batieron a los atacantes con artillería y morteros, obligándolos a retroceder a sus líneas de partida.

Durante los 3 días siguiente el ataque continuo, relevándose los regimientos de la división para intentarlo. Pero no fue sino hasta el 27 de febrero cuando se consiguió mantener una cabeza de puente al otro lado del rio que amplio rápidamente el 168 Regimiento de Infantería. Ya el día 29 afincados establemente en el lado alemán del río se tomaron las cotas 56 y 213 que fueron mantenidas ante los contraataques alemanes. La posición en el cuartel italiano se vio amenazada por ambos flancos. Los aliados, por fin, estaban dentro de la línea Gustav.

Fracaso de la segunda ofensiva. Una vez cruzado el rio y establecido sólidamente en ese lado, los americanos comenzaron la segunda parte de la operación. Debían avanzar hacia Cassino por un lado y seguir escalando montañas por el otro.

Los encargados de atacar en dirección a Cassino y el valle del río Liri fueron los muchachos del Regimiento 133 de la 34 División. Apoyados por los tanques, su acción podría parecer más sencilla que las anteriores, pero las defensas alemanes en campo abierto demoraban a muchos ataques y seguían causando muchas bajas. Las antiguas casas italianas, con sus gruesos muros de piedra, se convertían en puntos fuertes, que unidos por trincheras hacía el avance aliado muy peligroso de noche. De día todo estaba dominado por el monasterio desde el que se controlaba todo el terreno de ataque aliado, concentrando la artillería alemana donde más necesaria fuese. Poco a poco y a costa de mucha sangre el regimiento llego al borde de Cassino donde finalmente fueron detenidos.

Por el otro lado los Regimientos 134 y 168 presionaron en las alturas que bordeaban el monasterio por el norte. Sus avances, a pesar de ser también muy peligrosos, constantemente se movían por caminos de cabras, se mantenían constante estando cerca de conseguir la ruptura. Las defensas alemanas a pesar de estar muy preparadas ya no eran de la línea principal y los hombres de la 44 División estaban empezando a fatigarse ante los constantes ataques, tanto de infantería como de artillería y aviación. Muy acertadamente, Von Senger decidió traer tropas no amenazadas desde otro sector de la línea Gustav para poder dar descanso a la agotada División. La División 90 de PzGr se movió desde el curso inferior del Garigliano para acabar por frenar definitivamente la ofensiva americana hacia el 4 de Febrero.

No obstante Clark ordenó que el 7 del mismo mes se reanudara la ofensiva. Durante esos 3 días la artillería y aviación aliada había estado machacando todas las posiciones defensivas que conocían pero cuando llegó el momento del ataque, la práctica totalidad de estas estaban ocupadas. Tanto la 34 como 36 División Americana volvieron a la carga. Las cotas 706, 481, 475, 593 y 175 (todas ellas importantes puntos defensivos) fueron objeto de importantes luchas, pero las tropas alemanas se mostraron fuerte y no cedieron mucho terreno. Las cotas 440 y 445 fueron tomadas por muy poco tiempo y un último intento fue detenido cerca del monasterio el día 12.

Los franceses, mientras tanto que también habían atacado a la derecha de la división americana apenas consiguieron progresos significativos y más aún cuando fueron contraatacados por un regimiento alemán.

Solo en el sector de las montañas al norte de Cassino la 34 División Estadounidense perdió 2.200 hombres llegando algunas compañías al 75 % de bajas. Aún más cuando las unidades fueron relevadas poco después por la 4 División Hindú se descubrió que muchos estaban enfermos: pies de trincheras, neumonía, disintiera causaron aún más bajas para la división.

Anzio y movimientos de tropas frente a Gustav. Tras los desembarcos en Anzio Kesselring se las apaño magistralmente para formar una fuerza que rodease la cabeza de playa de manera eficiente. Unidades venidas del sur de Francia, de los Balcanes y del norte de Italia junto con las reservas del X Ejército se prepararon para lanzar una ofensiva contra Anzio.

A todo ello contribuyo la excesiva cautela del general Lucas, al mando de las tropas desembarcadas, que tardo 9 días en iniciar el avance hacia el interior. Sobre la culpa de esta tardanza se podría discutir defendiendo el punto de vista de Lucas que recibió órdenes de asegurar bien la cabeza de playa antes de lanzarse hacia el interior o desde el punto de vista de Clark, que dio la orden pero no pensaba que Lucas fuese a tardar tanto en atacar.

Sea como fuera cuando Lucas ataco, 9 días después del desembarco, las defensas alemanas no permitieron que este progresase. Es más, la concentración de tropas Alemanas hacía pensar que más que unas fuerzas de defensas se trataban de tropas listas para un fuerte contraataque.

Mientras tanto frente a la línea Gustav, Mark Clark había traído nuevas divisiones procedentes del atascado 8 Ejército. Las primeras divisiones en llegar a la franja occidental fueron la 2 Neozelandesa y la 4 India que llegaron a finales de enero/principios de febrero. Por tanto podrían haber participado en la ofensiva contra Cassino y las montañas circundantes pero se decidió a mantenerlas en la reserva. Finalmente la 78 División Británica no llegó hasta mediados de febrero a la zona. Las 2 divisiones coloniales llegaban con una reputación increíble a lo largo de toda la guerra. Además la División Hindú contaba con varios batallones de gurkas procedentes de las montañas del Nepal y muy entrenadas para el combate en este tipo de terreno.

Con estas 3 divisiones, Clark formo el II Cuerpo de Ejército Neozelandés al mando de B. Freyberg y se preparó para la ofensiva que debía comenzar el día 16 de febrero.

El polémico bombardeo del monasterio y planes. El plan aliado para este nuevo ataque volvió a causar el malestar del general Juin al mando de las tropas coloniales francesas. Opinaba que su adelantada posición podría, si era reforzada, acabar por rodear Cassino y salir al valle del Liri con las defensas del río Rápido ya superadas. Su propuesta era del agrado de otros generales aliados como F. Tuker, al mando de la División Hindú que consideraba que sus batallones de Gurkas, entrenados en el combate en montaña, podría hacer un buen papel en aquellas cotas.

No obstante los planes de Freyberg eran otros; La 4 División Hindú atacaría a través de las montañas en dirección al monasterio mientras la 2 División Neozelandesa atacaría directamente la localidad de Cassino. No se reforzarian las posiciones francesas al norte que se limitarían a ataques de fijación de tropas. Tuker al observar la impresionante posición del monasterio solicito a sus mandos que se bombardeara. Freyberg estuvo de acuerdo y Clark, en quien recaía la decisión final, aunque no aprobaba la idea lo veía como una necesidad táctica para ahorrar vidas a sus hombres. En la decisión final tuvo mucho que ver que al sobrevolar la zona un avión de reconocimiento a muy baja cota afirmase haber visto una antena y soldados alemanes dentro de la construcción.

Sobre esto habría que añadir algo. Von Senger, al mando de las tropas alemanas en la zona, era un admirador de la cultura italiana además de un devoto católico que se encontraban en la incómoda posición de tener en el centro de sus líneas un tesoro cultural enorme que a la vez podría ser una tremenda posición defensiva. No obstante Von Senger afirmo después de la guerra que nunca usaron sus tropas el monasterio hasta que fue bombardeado por la aviación aliada.

El bombardeo en sí, tendría lugar el día 15 de febrero y la ofensiva terrestre al día siguiente. No podía retrasarse puesto que se había descubierto que los contraataques contra la cabeza de playa en Anzio tendrían lugar el día 16 de febrero y querían usar el ataque a Gustav para aliviar la presión en la cabeza de playa al impedir que se retiraran de allí nuevas tropas para atacar la playa.

La 4 División Hindú tuvo problemas con la fecha de inicio. Había costado ocupar sus posiciones de partida y el nuevo general al mando, Dimoline, necesitaba tomar la cota 593 antes de atacar las líneas asignadas a su división, y para ello necesitaba más días. A pesar de ello la fecha del ataque se mantuvo y la División Hindú se encontraría en un grave aprieto al tener que tomar la cota 593 y atacar la línea principal al mismo tiempo.

El día 15 de febrero el monasterio fue arrasado. Oleada tras oleada los escuadrones de bombarderos descargaron sus bombas sobre él. Entre que llegaban y no la artillería hacia su papel. Soldados de la 34 División de Infantería Estadounidense observaron el espectáculo con gran deleite por sus pasadas experiencias. No obstante el bombardeo no solo no cumplió con las expectativas de acabar con la posición sino que, como algunos temían, le dieron a los alemanes unas magníficas ruinas que luego usaban para defenderse.

Un fracaso más. La misma madrugada posterior al bombardero, ya el día 16, los hombres de la 4 Hindú lanzaron su ataque intentando llegar al monasterio pero fueron rechazados por los alemanes desde las colinas circundantes a este. A la noche siguiente 5 batallones de la división se lanzaron nuevamente al asalto; el objetivo Montecassino, una vez más, pasando a través de las cotas 444 y 450 y atacando la 593. Todos los ataques fracasaron por el fuego de enfilada de las distintas posiciones alemanas. Los que más cerca estuvo de conseguir sus objetivos fueron los hombres de 1 Batallón del 2 Regimiento de Gurkas que llegaron a los pies de la abadía e intentaron escalar hacia ella pero fueron rechazados con graves pérdidas.

En la ciudad de Cassino la 2 División Neozelandesa atacó en la noche del 17 de febrero en dirección a la estación de tren (al sur de Cassino), llegando a tomarla a pesar de la fuerte oposición. Rápidamente se les intentó apoyar con carros pero los zapadores no terminaron a tiempo una carretera que atravesara las zonas inundadas por los alemanes y cuando llegó la luz del día, fueron presa fáciles de la artillería alemana que causo muchas bajas entre los ingenieros. Un intento de ocultarlos a los observadores con humo hizo que al atardecer las tropas alemanes se pudieran acercar a metros de la cuenta y contraatacar a los Neozelandeses que se vieron obligados a retroceder a sus líneas abandonando todo lo ganado.

Así pues la destrucción del Monasterio se mostró inútil no solo porque los alemanes siguieron centrando a los soldados americanos rápidamente sino porque ni siquiera se llegó a combatir en la abadía.

Cabe destacar el hecho de que ningún soldado alemán, salvo el mismo Von Senger y como invitado a cenar en nochebuena del año 1943, había entrado en la abadía. No obstante 2 días después del bombardeo aliado que destruyó el edificio, el Abad y una columna de refugiados abandono el edificio haciendo que los alemanes ocuparan la abadía sin escrúpulos y empezaron a convertirlo en un punto fuerte (mucho más fuerte) de la línea Gustav.

Contrataque en Anzio. Mientras tanto el esperado ataque alemán a la cabeza de playa en torno a Anzio, se produjo. El XIV Ejército Alemán había reunido numerosas unidades procedentes de toda Europa. Hasta 5 divisiones atacaron a la vez con 2 más en reservas para explotar cualquier ruptura. Las fuerzas aliadas titubearon al principio pero apoyados por la artillería naval y terrestre y la aviación táctica ayudaron a equilibrar fuerzas. No obstante al final del día las tropas aliadas se encontraban al borde de la catástrofe, pues se habían retirado hasta la misma línea de playa.

Al segundo día del ataque la 45 División Estadounidense se fracturo y por ella se lanzó al ataque las fuerzas alemanas en dirección al mar, pero Lucas usó sus reservas para cerrar la brecha a pesar de los últimos ataques alemanes en la zona. Al tercer día del ataque Von Mackensen lanzo sus reservas a la batalla pero no pudo obtener la ansiada ruptura definitiva por lo que los últimos días de la batalla se limitaron a ataques esporádicos intentando consolidar las ganancias.

Lucas, no obstante si, lanzo algún ataque que le permitió recuperar algo del terreno perdido, mejorando su posición.

La batalla de Anzio había quedado estancada y lo que pretendía ser la operación definitiva se convirtió en una ballena varada, según el propio Churchill, que necesitaba ayuda de las fuerzas principales para no ser echadas al mar cuando tendrían que haber abierto el paso a estas hacia Roma.

El fracaso del cuerpo Neozelandés. Tras el fracaso del ataque de Freyberg a Cassino y al monasterio, bien se podrían las tropas aliadas haber tomado un respiro y aguardar la llegada de la primavera para facilitar el asalto. El jefe del estado mayor de Alexander, general John Harding, advirtió de la necesidad de una ofensiva que terminará de romper definitivamente la Línea Gustav. Para ello sería necesario traer, desde la parte oriental de los Apeninos, la mayor parte de fuerzas del VIII Ejército para atacar masivamente toda la línea del frente occidental y no solo una sección de la misma. No obstante el deficiente sistema de carreteras de Italia en esa sección no permitiría el paso de las unidades hasta la primavera cuando llegase el buen tiempo.

No obstante hasta entonces no se quería dejar a los alemanes tranquilos por lo que se preparó un nuevo ataque contra Cassino nuevamente a cargo de la 2 División Neozelandesa y contra la abadía a cargo de la 4 División Hindú. El plan a nivel operación era igual pero tácticamente esta vez se atacaría Cassino tanto desde el norte como desde el este. El asalto se llevaría a cabo con fuerte apoyo blindado y la localidad italiana seria arrasada previamente para eliminar a los defensores alemanes. El ataque al monasterio mientras tanto no sería a través de las peligrosas colinas al norte de la ciudad sino desde un camino que partía cerca de Cassino. En este tiempo los ingenieros habían preparado una carretera, conocida como camino Cavendish, que salía desde la localidad de Cairo hasta cerca del monasterio. Por ella una fuerza de carros americanos y neozelandeses intentaría abrirse paso a salvo del fuego proveniente de la cota 593.Todos los preparativos del ataque estaban listos para el día 24 de febrero pero la climatología no permitiría iniciar el ataque hasta el 15 de marzo.

Ese día una enorme flota aérea descargó sobre Cassino 1.000 T de bombas. A continuación una barrera artillera fue peinando la localidad sumando otras 4.000 T a la destrucción. Aparentemente cuando los neozelandeses avanzaron poco después no debían haber encontrado gran resistencia pero se vieron sorprendido por el fuego concentrado de las tropas de la 1 División de paracaidistas que, ocultándose en cualquier sótano, túnel o recoveco, habían sobrevivido al brutal bombardeo bastante enteras. Cuando los blindados intentaron maniobrar entre las ruinas se encontraron que estas dificultaban enormemente su despliegue, y los hacían vulnerables a los ataques de la infantería alemana. Los primeros ataques fueron rechazados y para colmo de los soldados se puso a llover provocando que todo se embarrara. El ataque de 2 batallones solo consiguió escasos avances en la ciudad. No obstante la colina del castillo sí que fue tomada por las tropas indias. Así mismo las cotas 165 y 236, cercanas a la localidad, fueron tomadas y perdidas en el mismo día. Nuevos ataques contra la cota 236 provocaron gran cantidad de bajas y no consiguieron su objetivo. En los días siguientes nuevos ataques en la ciudad provocaron escasas ganancias en terreno a costa de una gran sangría de bajas. Las tropas alemanas contaban con tanques y cañones autopropulsados ocultos entre las ruinas que dificultaban mucho el apoyo blindado por lo que la infantería neozelandesa tuvo que luchar por cada cascote. El 26 Batallón consiguió llegar hasta la estación de tren y ocuparla junto con unos 100 soldados.

Por la mañana, el día 18 de marzo, nuevos ataques en Cassino chocaron con las posiciones defensivas alemanas en torno al Hotel des Roses y al Continental, que llevaban resistiendo ya 3 días. La estación de tren fue contraatacada por fuerzas alemanas pero fueron rechazadas con muchas pérdidas. A pesar de las ganancias constantes en terreno los alemanes estaban lejos de ceder y algunos contraataques consiguieron recuperar la cota 165 el día 19 de marzo.

Freyberg, preocupado por la lentitud y estancamiento del ataque movió sus tropas para intentar romper definitivamente la defensa alemana. El 28 Batallón entro en escena pero apenas fue capaz de avanzar entre las ruinas. El ataque acorazado a través del camino Cavendish fue un desastre pues los carros no podían maniobrar fuera de la carretera y fueron asediados desde todos lados. Freyberg se hallaba en la cuerda floja y decidió presionar un poco más creyendo que la resistencia alemana estaba cerca de claudicar. Los últimos movimientos, llevados a cabo por la división hindú, consistieron en intentar tomar la cota 445. Así mismo las cotas 146 y 202 se intentaron reforzar con escaso éxito. El golpe de gracia al ataque lo llevo a cabo el 21 Batallón contra el Continental, pero los paracaidistas consiguieron resistir una vez más. El ataque había fracasado.

Ya el 20 de marzo tropas de la 78 División habían relevado a parte de las fuerzas Neozelandesas. El 23 de marzo se retiraron de las expuestas posiciones en las montañas las tropas hindús intentando consolidar los terrenos ganados. Más tropas de la 78 División aseguraron distintos terrenos en la ciudad y las colinas circundantes. El frente alcanzado se minó y alambró en previsión de cualquier contrataque alemán. Poco a poco las 2 cansadas divisiones del II Cuerpo del Ejército Neozelandés fueron retiradas de la línea de frente para un merecido descanso.

La operación Diadema. Despliegue aliado. Aun mientras Freyberg y su Cuerpo de Ejército Neozelandés se dejaba los dientes contra el Cassino, Alexander ya estaba moviendo las tropas para la siguiente gran operación aliada. Esta vez no se concentraría el ataque en un único sector permitiendo a los alemanes reforzarlo o lanzar su artillería contra dicho lugar. El frente del Adriático quedo en pañales para poder traer al sector occidental cuerpos de ejército enteros.

A la izquierda del despliegue aliado, junto a la costa, se encontraba el II Cuerpo de Ejército Estadounidense formados por la 85 y 88 División de Infantería. Ambas unidades, completamente nuevas, tendrían como objetivo seguir el curso de la costa a través de la Vía 7 para llegar hasta Anzio.

A su derecha se encontraba el Cuerpo de Ejército Francés traído desde sus posiciones al norte de Cassino. A la 3 División Argelina y 2 Marroquí, se habían sumado la 1 División Motorizada Francesa y la 4 Marroquí. Su objetivo sería atacar los Montes Aurunci, que cerraban el valle del rio Liri por el sur, para una vez superada las defensas principales de Gustav caer a sus espaldas. Aún se encontraba dirigido por el general Juin.

A la derecha de los franceses, y justo a la entra del Valle, se encontraba desplegado el XIII Cuerpo de Ejército Británico, mandado por el general Sidney Kirkman, que atacaría la localidad de Sant Angelo, de infausto recuerdo para los americanos, intentando rodearla con la 78 División Británica cubierta al sur por la 8 India y al norte por la 4 Británica, que atacaría Cassino desde el sur. Contaba este cuerpo además con la reserva de la 6 División Acorazada Británica y con todo un Cuerpo de Ejército, el I Canadiense formado por la 1 División de Infantería y la 5 Acorazada, que aprovecharían las rupturas iniciales para avanzar rápidamente por el valle hasta la segunda línea alemana, de reciente construcción, llamado Hitler y que una vez superada abriría las puertas a Roma.

A la derecha de los británicos se encontraba el II Cuerpo de Ejército Polaco formado por la 3 División Polaca, que atacaría la abadía a través de las montañas y la 5 Polaca que atacaría más al norte aun por detrás la localidad de Cairo. Este cuerpo mandado por el general Anders, tenía en reserva a la 2 División de Infantería Polaca.

Ya sobre las principales alturas, aun circulables de los Apeninos, se encontraba el X Cuerpo de Ejército Británico formado por la 2 División Neozelandesa, por una brigada de la guardia y por una de las primeras unidades italianas que lucharon a favor de los aliados tras la caída. Estas tropas tuvieron escaso aporte a la batalla contribuyendo únicamente a fijar las tropas de su sector.

Despliegue y planes alemanes. Kesselring no era manco precisamente en cuestiones militares y a pesar de no poder constatar fiablemente sus pensamientos preparo a sus tropas para una nueva ofensiva contra Gustav y contra un posible desembarco aliado más al norte de Anzio. A esto contribuyó las maniobras navales aliadas cerca de Nápoles que casualmente si fueron avistadas por un avión de reconocimiento alemán, mientras que los enormes movimientos de tropas este-oeste frente a Gustav apenas pudieron ser comprobados.

Para defender la Línea Gustav se dividió el frente en 2 cuerpos de ejército: el XIV Cuerpo de Ejército Panzer, al mando de Von Senger que estaba demostrando sus buenas dotes de mando en esta campaña, se encontraba situado cubriendo desde el mar hasta el valle del rio Liri con la localidad de Cassino como separación del LI Cuerpo de Ejército de Montaña que cubría la propia Cassino, la abadia y el rosario de cumbres importantes a la que los aliados tendrían que enfrentarse una vez más.

El XIV Cuerpo de Ejército tenía en la línea a la 94 División de Infantería para enfrentarse a los americanos junto a la costa, la 71 frente a los franceses cubriendo la entrada a los montes Aurunci. En el sector más complicado de la entrada al valle había un buen popurrí de tropas procedentes de varias unidades: 115 Regimiento de la 15 División Panzer, 2 Batallones de Infantería de la 305 y un Batallón de ametralladoras de la 1 de Paracaidistas. Estas unidades reciben la denominación de Kampfgruppe (Agrupación Táctica) Bode.

Mientras tanto el LI Cuerpo de Ejército de Montaña formaba con la 1 División de Paracaidistas defendiendo, una vez más, las ruinas de Cassino y el monasterio. Un poco más al norte siguiendo la línea del frente se encontraba la 44 División de infantería y ya cerca del centro de la península se encontraba la 5 de Montaña en proceso de sustituir a la 44 y ocupar su línea de frente cuando empezó la ofensiva.

Como reservas Kesselring situó a la 92 de Infantería y a Herman Goering al norte de Roma en previsión de desembarcos aliados, muy lejos de Gustav para actuar rápidamente si se producía allí una brecha. No obstante Kesselring no quería jugársela para nada por lo que situó a 90 de Panzer-Grenadier-División a medio camino entre Anzio y Gustav en previsión de que pudiera haber problemas en cualquiera de los sectores. También se disponía de las 26 y 29 Divisiones de Infantería en el sector de Anzio.

Así estaban los defensores situados cuando se les vino encima otro ataque aliado...

Atacando con todo. La gran ofensiva para romper de una vez por toda la línea Gustav comenzó con una tremenda salva de artillería a las 11 de la noche del día 11 de mayo.

Junto a la costa los americanos del II Cuerpo del Ejército avanzaron los primeros días con lentitud. Tras varios días de avances escasos el 15 de mayo el apoyo naval y aéreo pudo ir venciendo las líneas de la 94 de Infantería Alemana que defendía la zona y obligándola a retroceder de manera definitiva.

Más a la derecha de los americanos, los franceses del cuerpo expedicionario atacaron los montes Aurunci. Las tropas nativas del norte de África se mostraron muy resueltas avanzando con grandes riesgos entre las montañas. Su habilidad natural en el terreno fue de gran ayuda para ello. El día 13 de mayo ya habían superado las principales fortificaciones alemanas y avanzaban en paralelo al valle del Liri.

A la entrada de este los británicos e indios forzaron el tan peligroso río Rápido en los alrededores de Sant Angelo. Los primeros lo lograron más fácilmente y en el primer día ya estaban estableciendo cabezas de puente en la otra orilla, mientras que los británicos no pudieron hacerlo hasta el 14 por la mañana. La cercanía a la abadía, con sus increíbles puestos de observación, provocaba una avalancha de fuego sobre las tropas asaltantes, que dificultaba enormemente el ataque.

En las cumbres que rodeaban el monasterio los polacos atacaron a la vez prácticamente toda la línea de frente alemana: las cotas 593, 569, 444, 601, 575 y 505 junto a otras posiciones claves fueron atacadas por las tropas del general Anders. No obstante los paracaidistas batieron a los atacantes y se mostraron firmes en sus posiciones cediendo únicamente la cota 593. He incluso esta tuvo que ser evacuado por la noche por su precaria posición. Los soldados polacos volvieron a su línea de frente y descansaron para el que sería el asalto definitivo...

Ahora sí... En el sector costero las divisiones americanas tomaron ventaja del buen hacer de los franceses a su derecha y aprovecharon para poner contra las cuerdas a la 94 alemana que retrocedía con la brecha en la costa (determinante el apoyo de la flota) abriéndose cada vez más.

Las tropas del Cuerpo del Ejército Francés tomaron monte Maiao y empezaron a causar graves trastornos en la 71 División de Infantería Alemana que comenzó a fragmentarse. En estas condiciones las tropas del norte de África (argelinos y marroquíes) demostraron su gran experiencia en el terreno montañoso infiltrándose a través de cualquier colina no guarnecida y causando ingratas sorpresas a unidades alemanas de retaguardia. En estos momentos entró en juego la reserva francesa (1 División Motorizada) para acabar de desintegrar el frente.

Para el día 15 todo el sector sur de la línea Gustav amenazaba con venirse abajo ante la superioridad aliada. No obstante en el centro, en el valle del Liri era donde estaba el camino a Roma y las cosas no acaban de progresar tan rápido como debían. Las bajas se multiplicaban y a pesar de haber cruzado el río la 4 División Británica y 8 India, las defensas alemanas se mostraban aún muy fuertes retrocediendo poco a poco camino de la Línea Hitler. Pensando en el acelerar el retroceso alemán la 78 División se incorporó al ataque mientras la 4 giro a la derecha para aislar en Cassino a las tropas alemanas de la 1 División de Falls. En el valle las tropas hindúes consiguieron superar la línea que significa la abadía el 16 de mayo por primera vez desde enero.

En ese momento las tropas polacas volvieron al ataque. Por la tarde Anders ordenó un ataque de pequeños grupos por todo el frente y al amanecer varias importantes cotas habían caído. A pesar de ello los paracaidistas de Heidrich ofrecían una tenaz resistencia al avance polaco y causaban gran cantidad de bajas. En muchas ocasiones y cuando nadie los esperaba contratacaban una colina que se pensaba segura obligando a sus cansados ocupantes polacos a volver a luchar por aquellas cumbres. A pesar de ello las tropas alemanas alrededor del monasterio y en Cassino se encontraban en serio peligro pues conforme el avance en el valle progresaba veían como sus posiciones podían ser rodeadas. Dada esta situación finalmente desistieron en la defensa y se retiraron por la noche dejando el paso franco a los sorprendidos soldados polacos que plantaron la bandera de rojo-blanca el 18 por la mañana. Montecassino había caído...

Final. Mientras Montecassino caía las tropas paracaidistas de Heidrich recibieron orden de retirarse de Cassino, visto lo expuesto de su situación, y las tropas británicas avanzaban por el valle del Liri con los flancos cubiertos por franceses y polacos.

A la vez las tropas del VI Cuerpo del Ejército en Anzio salieron del perímetro defensivo. Su objetivo era cortar la carretera 6 a la altura de Valmonte para dejar copado a las tropas que empezaban a retroceder desde Gustav. Tras 2 días de combate, el frente alemán se rompió y las tropas de Anzio estrecharon sus manos con los miembros del II Cuerpo del Ejército Estadounidense que subían por la carretera 7 dejando en una posición muy preocupante al X Ejército Alemán que mandó todo lo que tuvo al punto clave para evitar quedar cercados por completo.

En el valle del Liri la lucha continuaba. La segunda línea defensiva tras Gustav, Hitler, no estaba ocupada del todo cuando los franceses cayeron sobre su flanco derecho. El caos de la retirada provocaba que muchas de las unidades que debían ocupar esta línea se encontrasen aun en camino cuando los aliados ya estaban luchando en ella. Aun así y estando rodeados por ambos flancos y soportando una gran superioridad enemiga en todos los medios los alemanes resistieron 2 días más antes de retirarse definitivamente del último escalón defensivo de las montañas. Las batallas por Montecassino habían terminado.

Después de Gustav. Con el VI Cuerpo de Ejército saliendo desde Anzio y el resto de tropas del V Ejército subiendo a toda prisa desde el valle del Liri, Kesselring se dio cuenta de que todo estaba perdido. No había tropas suficientes para evitar que ambas formaciones aliadas destruyeran al X Ejército encerrándolo en una bolsa que hubiera significado una gran pérdida para Alemania.

Aunque en la mente de todos los soldados aliados y en especial de Clark, comandante del V Ejército estaba Roma, el principal objetivo tanto de Anzio como de la operación Diadema era conseguir aniquilar al X Ejército Alemán. Una vez fuera rodeado y copado, Roma caería sin más problemas.

No obstante cuando el X Ejército Alemán se veía abocado a la cautividad, Clark cambió el esfuerzo principal que pasaba a dirigirse a Roma en lugar de a Valmonte. Hacia allí continuó en solitario la 3 División de Infantería mientras hasta 4 divisiones avanzaban hacia Roma. Las tropas alemanas encargadas de frenar a la tercera consistían en unidades varias procedentes de la 92, 334 y la Herman Goering que consiguieron mantener abierta la carretera 6 el suficiente tiempo para que la inmensa mayoría de tropas alemanas pudieran escapar llevándose su equipo pesado.

De camino a Roma los aliados se tuvieron que enfrentar a otra línea defensiva alemana, conocida como Cesar, que los entretuvo un par de días más. Cuando al final se superó y los aliados entraron en Roma, con Clark a la cabeza, era 4 de junio y el objetivo que desde enero se perseguía con los desembarcos en torno a Anzio, el embalsamiento de las tropas alemanes más al sur, se había perdido por las ganas de un hombre de hacerse una foto entrando a Roma.

General Anders en Montecassino luego de la victoria.

Mayo de 1944, Montecassino, Italia. Cuerpos de los soldados polacos, traídos
al lugar de descanso eterno.

Las tumbas de los soldados polacos del 2 Cuerpo en Montecassino. El general
de brigada Nikodem Sulik - comandante de la 5ta División de Infantería - ora sobre
las tumbas del coronel Vicente Kurek (el comandante de la 5 Brigada de Infantería
de Vilnius) y del teniente coronel Władyslaw Kamiński (comandante del 13 Batallón
de Vilnius), muertos en la batalla de Montecassino, 17.05.1944.
Operación Husky. La invasión aliada a Sicilia comenzó el 10 de julio 1943.
Los commandos del 2 Cuerpo Polaco en Italia.
Las tropas británicas en marcha, octubre de 1943.
Las líneas defensivas alemanas en el centro y el sur de Italia. Clic para ampliar.
Paracaidistas alemanes en el frente italiano.
Tropa de soldados marroquíes o "Goumiers".
Montecassino antes del bombardeo del 15 de febrero.
Tropas británicas moviéndose a través de las montañas.
Heridos de la 36ª División de Infantería "Texas" son evacuados después del fallido cruce del río Rápido.
El río Rápido visto desde Monte Trocchio. En este lugar fué donde fracasó el intento de cruce de las tropas norteamericanas.
Soldados norteamericanos empujando un jeep atascado en el barro.
Tanque ligero Stuart de la 34ª División de Infantería norteamericana puesto fuera de combate durante el cruce del Rápido.
Alemanes fuertemente armados, atrincherados tras la Línea Gustav.
Vista del valle de Cassino y un paracaidista alemán en Monte Cassino en febrero de 1944.
Ruinas del Monasterio de Montecassino tras los primeros bombardeos aliados. Febrero 1944.
El desembarco de Anzio.
La situación del medio ambiente en el territorio que va de Nápoles a Roma se caracteriza por una serie de montañas que sólo se puede cruzar a través de estrechas franjas de tierra.
Paracaidistas alemanes de la 1ª División Fallschirmjäger se preparan para disparar su mortero. Montecassino, febrero/marzo 1944.
Los Neozelandeses, Estadounidenses y Argelinos del Cuerpo Expedicionario Francés sufrieron graves pérdidas. El general de Gaulle visita un hospital en el Monte Cassino.
Combates de infantería americana en Montes Auruncos (pueblo de Santa Maria Infante).
Obús americano cerca de Montecassino.
Soldados sikhs de la 4ª División de Infantería India con fusiles Enfield y ametralladoras Bren.
Los tanques aliados bloqueados en la carretera de Anzio.
Paracaidistas alemanes ponen en batería un contra carro de 75 mm en Montecassino.
Frente Italiano.
El 15 de febrero los aliados lanzaron 600 toneladas de explosivo. En el lugar sólo estaban los monjes y civiles refugiados y heridos. Muchos de ellos murieron en el bombardeo.
El Adad Diamare abandona el monasterio junto con el general Von Senger.
Utilización inmensa de artillería aliada en Anzio.
Ruinas de Montecassino después del bombardeo.
Tropas neozelandesas combatiendo entre los escombros de la ciudad de Cassino.
Los paracaidistas alemanes disparan contra los aliados en Cassino. Marzo 1944.
Soldados neozelandeses custodian a un grupo de paracaidistas alemanes tomados como prisioneros en Monte Cassino.
Una batería de la Royal Artillery británica atenta contra las posiciones defensivas alemanas.
Una breve pausa en la lucha. Recogida de los heridos.
Un grupo de artillería del 2 Cuerpo Polaco.
El Mariscal Kesselring visitando a las tropas paracaidistas en la Línea Gustav.
Montecassino, un grupo de artillería del 2 Cuerpo Polaco.
La lucha del 2 Cuerpo Polaco en Montecasino - equipado con municiones suben la empinada colina, mayo 1944.
Los zapadores de la 5ª División de Infantería en el refugio sobre un camino, equipados con cascos Mk.2.
Soldados polacos tomándose un descanso tras los duros combates en torno a Monte Cassino. Mayo 1944.
Bandera polaca en la cima de Montecassino. 18 de mayo 1944.
Mayo de 1944. Retirada de los cuerpos de los soldados polacos, fallecidos durante la batalla de Montecassino.
Triunfal entrada de Clark a Roma.  
Mark W. Clark fue nombrado para tomar el mando del 5º Ejército Estadounidense poco antes del desembarco en Salerno en Italia en septiembre de 1943. En diciembre de 1944, asumió el mando del 15º Grupo de Ejércitos, con lo que quedó al mando de todas las tropas de los Aliados en la campaña de Italia. Su forma de conducir las operaciones militares aliadas en la zona resultó controvertida, ya que se le reprochó la forma en que condujo el desembarco en Salerno y la inactividad que le siguió, el modo de conducir la batalla de Montecassino, la lentitud del avance hacia el norte de las tropas aliadas en el teatro de operaciones italiano, así como su incapacidad para capturar a las unidades de la Wehrmacht que protegían la llamada Línea Gustav, combate en el que Clark metió prisas a sus tropas para logran ser el primero en entrar en Roma, cuando lo que debería haber hecho era explotar los posibles fallos en las posiciones alemanas. Debido a la elección hecha por el general Clark, la Línea Gustav no pudo ser superada por las tropas aliadas hasta que no hubo transcurrido un año más de combates.

 

 

 

 

 

Fecha del evento: Domingo 1.06.2014 Casa Bruzzone Mar del Plata