Roman dejó Polonia y se instaló primero en París, luego en Londres y finalmente en Hollywood, donde triunfó como director, con películas como La semilla del diablo y Chinatown. Sin embargo, su felicidad no duró mucho, puesto que su esposa Sharon Tate fue asesinada por la banda de Charles Manson cuando estaba embarazada de ocho meses y, más tarde, él fue acusado de abusar sexualmente de una menor, por lo que abandonó Estados Unidos para siempre para evitar el arresto.

En sus últimos años, Roman Polanski ha vuelto a encontrar la estabilidad, gracias a su matrimonio con la actriz francesa Emmanuelle Seigner, a su paternidad con 60 años y al éxito de su película El Pianista.