República Popular de Polonia (1945-1979)

 

Dom zły (2009) Dir. Wojciech Smarzowski
(La casa del mal) Subtítulos en español
"La casa del mal" de Wojciech Smarzowski es uno de los relatos más impactantes del pasado, lleno de suspenso hasta la última escena. Muestra la realidad oscura, dolorosa y dolorosamente conmovedora de los años 80. El espectador se da cuenta de que no ha cambiado mucho en los últimos treinta años. En "La casa del mal" hace frío, está oscuro, sucio y huele mal. La mejor producción polaca del 2009.

Sinopsis: Invierno en montañas Bieszczady, uno de los días de la ley marcial que se aplicó entre 1981 y 1983. En relación con la investigación de un asesinato, el equipo operativo y de investigación, bajo el mando del teniente Mróz, está realizando una visita al sitio en la granja de Dziabas.

La desgracia final de la realidad comunista y el toque extremo de la ley marcial es probablemente la forma de resumir la intención del guion del director Wojciech Smarzowski en “La Casa del Mal”. Antes de saber lo que era la milicia de aquellos tiempos vale la pena conocer las diferencias entre la República Popular de Polonia de los años 1950, 1960 y 1970, porque estos son períodos diferentes, con una actitud diferente de las autoridades hacia el pueblo y una gama diferente de logros de la civilización.

La década de 1950 - Polonia está experimentando una transformación del realismo socialista y el estalinismo duro al funcionalismo y el "deshielo" de Władysław Gomułka. El país todavía está en reconstrucción, algunas regiones no han cambiado mucho desde el final de la guerra, entre otras, Wrocław y toda la Baja Silesia siguen siendo una ruina. El acto social de reconstruir el país se ve muy bien en Crónicas Cinematográficas, mostradas siempre antes de cada función de un largometraje, pero no necesariamente se corresponde con la realidad. Antes de 1956, el Departamento X operaba dentro de la UB y utilizaba métodos de investigación rigurosos. Los agentes usaron frecuentemente la violencia y las amenazas contra los interrogados, y muchos de ellos ya habían tenido operaciones de combate durante el período de guerra, enfrentamientos con la UPA (Ejército Insurgente Ucraniano) o la clandestinidad anticomunista. Después de la desestalinización y la salida del terror de masas, no solo cambió el nombre del departamento, sino también los métodos. En los agentes operativos se valorizaba el conocimiento humanista, incluida la psicología y la sociología, el enfoque de investigación científica y la discreción.

La década de 1960 - La estabilización de la sociedad socialista está dirigiendo lentamente a la República Popular de Polonia hacia la modernidad. Polonia sigue siendo un país agrícola atrasado con políticas estrictas en el poder, pero la gente común vive modesto pero tranquilo. Sin embargo, el final de la década de 1960 trae una serie de crisis. En 1968 estallan las huelgas estudiantiles y comienza una campaña antisemita. Los manifestantes fueron reprimidos por ORMO (Reserva de Voluntarios de la Milicia Ciudadana) y comienza la vigilancia masiva de la oposición.

Fotograma de la película "Dom zły" (2009) del Dir. Wojciech Smarzowski.
Milicia Ciudadana el la década de 1970. Fotograma de la película "Dom zły" (2009) del Dir. W. Smarzowski. La era del poder duro de Władysław Gomułka termina con acontecimientos trágicos en diciembre de 1970: 41 personas mueren durante los ataques a los astilleros, más de 1000 resultan heridos y 3000 son enviados a prisión. La derrota del poder la obliga el cambio y el comienzo de la era de Edward Gierek, como también el declive de las células secretas de los servicios de seguridad del Kremlin, que entre otros fue el Departamento X.

La década de 1970 - Gran industrialización de Polonia. En poco tiempo se lanzan gigantescas inversiones. Edward Gierek comienza la construcción de una red de autopistas, invierte en la industria pesada y la política de vivienda (esto es cuando se construyen la mayoría de las urbanizaciones de bloques de diez pisos). En los cines se proyectan exitosas comedias polacas. Empieza era de televisión en color. Sin embargo, detrás de la cortina de la prosperidad se encuentra la purga del entorno asociado con el Departamento X.

 

Drogówka y milicias durante la PRL

Milicia Ciudadana (MO) es una formación uniformada y armada, activa en 1944-1990, que desempeñó funciones policiales en la República Popular de Polonia, de hecho subordinada al partido. Además de las tareas típicas (proteger a los ciudadanos, enjuiciar a los delincuentes), las autoridades lo usaban a menudo para reprimir huelgas y manifestaciones de trabajadores.

La Milicia Ciudadana era la autoridad estatal superior de carácter policial. La tarea de este servicio, al menos en teoría, era muy simple: era necesario mantener el orden, luchar contra la violación de la ley y la delincuencia, y garantizar la seguridad de los ciudadanos. El servicio fue creado por un decreto en agosto de 1944 y ya en ese momento se aseguró:

“Nosotros formamos la Milicia Ciudadana. El nombre no es accidental. La milicia debe ser verdaderamente una milicia ciudadana y todos sus esfuerzos para garantizar la seguridad pública serán apoyados por la sociedad”.

En la práctica, las acciones de MO fueron completamente diferentes y a menudo se usaban para luchar contra la oposición y las manifestaciones, no contra aquellos que realmente violaron la ley. Los oficiales de MO, que a menudo eran juzgados y evaluados negativamente por el pueblo, también eran responsables de la seguridad vial. Aunque intentaron realizar sus tareas diligentemente, debe admitirse que sus métodos eran a menudo impactantes y sorprendentes.

Las primeras formaciones de “drogówka” en la posguerra se establecieron en Varsovia. Cuando en mayo de 1945 se estableció en el distrito Praga la Comisión de Tráfico de la Milicia Ciudadana de la Ciudad Capitalina de Varsovia, uno de los primeros desafíos fue la identificación adecuada de los oficiales. Debido al hecho de que en esos tiempos, literalmente, todo faltaba, las milicias se distinguían por un solo elemento pequeño: el triángulo amarillo en la manga izquierda con la letra negra “R” en el medio. Curiosamente, el mencionado “R” sigue siendo hasta el día de hoy un símbolo de la policía de tránsito. Poco después de que se estableciera la “drogówka” de Varsovia, los oficiales de la milicia responsables de la seguridad vial aparecieron en otras ciudades importantes de Polonia.

Lublin. Milicia Ciudadana (MO) al finales de la década 1970.

Puesto de control del MO cerca de Varsovia en 1948. Debe enfatizarse que tanto los oficiales como las autoridades tuvieron que aprender un poco sus deberes. En los primeros años de posguerra la tarea principal de "drogówka" era control del tráfico en la vía pública. Por lo general, el oficial se paraba en medio de la intersección de las calles con dos banderas: una en blanco y otra en amarillo, y con su ayuda dirigía el tráfico. Por la noche, cuando las banderas no eran visibles, los policías de tráfico usaban linternas de carburo para dar señales a los conductores. Sin embargo, muy pronto, las autoridades llegaron a la conclusión de que la forma de dirigir el tráfico debería unificarse aún más. Fue entonces cuando abandonaron las banderas y las linternas y se introdujeron las señales manuales. Este sistema todavía se usa hoy en día.

Es ampliamente conocido que “drogówka” y la milicia en los tiempos de la República Popular de Polonia usaba muy a menudo la herramienta odiada por todos, es decir, boleto para multar. Vale la pena mencionar que después de la guerra, boletos para las multas en realidad no existían. En esos días, el conductor que cometió el delito tuvo que ser llevado primero a un puesto de milicia más cercana. El oficial de servicio de la unidad, después del previo conocimiento del caso y después de escuchar los argumentos del conductor y de los oficiales, determinaba el monto de la multa a pagar. Es sorprendente que el dinero de las multas haya sido transferido a la cuenta de la Cruz Roja Polaca. Los tradicionales boletos se introdujeron recién en 1947 y han permanecido en una forma ligeramente cambiada y actualizada hasta nuestros días.

El desarrollo de la milicia y de la “drogówka” fue muy rápidamente. Ya en 1954, se estableció el Comando de Tráfico Vial en Varsovia y se creó el primer enlace de emergencia posterior al accidente, seguido de la sección de investigación y la oficina del inspector preventivo. Esto es muy importante porque, a pesar del tráfico relativamente bajo, los policías ya estaban vigilando las rutas más sensibles.

En 1969, se creó en Varsovia el Departamento de Tráfico del Comando de la Metropolitana Milicia Ciudadana. Los policías admitidos en la unidad se sometieron a numerosos entrenamientos, incluidos en la escuela de policía de Wrocław, gracias a lo cual pudieron cumplir mejor rendimiento en sus deberes. Recibieron equipos especializados y automóviles.

Una de las adquisiciones más interesantes de la entonces milicia fue un automóvil civil, lo que hizo mucho más fácil enjuiciar a los conductores que violaban la ley. La policía de esa época tenía casi todo para mantener el orden y atrapar criminales. Aunque los resultados de las actividades fueron muy diferentes y el camino no siempre cumplió con sus tareas, la institución misma permaneció con pequeños cambios hasta hoy. El Departamento de Tráfico Vial es el resultado de servicios que operaban en nuestro país hace varias décadas.

Primer patrullero de Milicia Ciudadana en serie. Modelo FSO Warszawa 223. Vehículo de pasajeros polaco producido en los años 1951–1973 por la Fábrica de automóviles (FSO) en Varsovia basado en el diseño del automóvil M20 Pobieda soviético. Fue el primer automóvil en ser producido en masa en Polonia después de la Segunda Guerra Mundial.
Liquidación de la fábrica de alcohol ilegal cerca de Varsovia, 1947. Aunque esto puede parecer un poco sorprendente, ya en los tiempos de la República Popular de Polonia (PRL), “drogówka” y la milicia a menudo tomaba a las mujeres en sus filas. Uno de los oficiales más reconocibles de la Milicia Ciudadana fue Lodzia Milicia, o simplemente Leokadia Krajewska, una mujer milicia de Varsovia que era un verdadero símbolo de una mujer polaca trabajadora y un oficial ejemplar de PRL.

Lodzia fue la primera mujer en servir en la Compañía de Regulación de Tráfico MO. Aparecía en las intersecciones más grandes de Varsovia y controló fácilmente el tráfico. La enorme simpatía rápidamente despertó el interés de la comuna y de los conductores. Los periódicos a menudo describían el trabajo de una valiente oficial.

Los superiores de Lodzia la trataban como modelo para otros oficiales de “drogówka”. Su compromiso, coraje, iniciativa y pasión por el trabajo fueron apreciados. Al mismo tiempo, Lodzia fue responsable, puntual y modesta. Era una modelo ideal para una mujer de la República Popular de Polonia, por lo que fue reconocida en casi todo el país. Incluso en los periódicos, escribieron sobre ella en un tono muy positivo:

“[...] todos los conductores y pasajeros de tranvías le sonríen. Los transeúntes se detienen específicamente en los bordes de las veredas y admiran lo bonita que es y la eficacia con la que hace giros reglamentarios”.

Los controles de las vías públicas son unas verdaderas perdiciones de los conductores. Actualmente, la policía generalmente revisa los documentos del automóvil, el equipo y la presencia de alcohol en el aliento. Por lo general, si nada despierta sospechas, el oficial no está interesado en lo que transportamos y cuánto espacio en el automóvil se utiliza. Durante la PRL, todo parecía diferente. Los oficiales de policía de tráfico no solo revisaron a los conductores, sino que también verificaron el nivel de carga del automóvil.

En pocas palabras, las autoridades no querían que los conductores condujeran con portaequipajes o remolques vacíos. Por ejemplo, si alguien viajaba de Cracovia a Varsovia y tenía un remolque vacío, podría esperar ser detenido. No se quería que el conductor condujera con un espacio vacío mientras podía transportar papas, frutas o, por ejemplo, carbón. Las autoridades lucharon duro con mala gestión y despreocupación en las carreteras.

Hoy en YouTube u otros sitios encontraremos cientos de videos divertidos sobre la vida de un policía de tráfico. Durante la PRL, no fue posible registrar o publicar información sobre un hecho determinado en solo unos segundos. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que en el camino hubo situaciones absurdas, igual que las de hoy. Por ejemplo: la puerta abierta del camión que transportaba cajas de cerveza o el automóvil que cayó en la zanja del caracol que conduce al Puente Poniatowski en Varsovia. Aunque había pocos automóviles en las vías y el tráfico era mucho más pequeño, también ocurrieron hechos peligrosos. Chocar a un peatón en paso de cebra, colisionar con un motociclista o resbalarse en la moto, hoy es tan actual como lo fue hace cuarenta años.

La foto muestra a la ex milicia Elżbieta Bek, que manejaba el tráfico en Varsovia.

Controles de carretera por la MO. La “drogówka” y la milicia en la PRL no gozaron de una buena reputación. Los ciudadanos se reían, ironizaban y bromeaban de los funcionarios. Esto se debió principalmente a la calidad del servicio y su enfoque hacia los ciudadanos. Casi todo faltaba, los oficiales no se capacitaron, no hicieron cumplir la ley y muy a menudo solo cumplieron las órdenes de los dignatarios de la época. En los tiempos de la República Popular de Polonia, se crearon muchos chistes sobre policías.

Los ciudadanos a menudo se reían de los agentes de milicia, se burlaban de ellos y al mismo tiempo tenían miedo. Independientemente del desprecio de los habitantes, la milicia tenía un enorme poder en el PRL. Los milicianos podían hacer casi cualquier cosa mientras no se les exigía nada. Esto se ilustra mejor con la situación de 1969, cuando en Kurier Lubelski se publicó la entrevista "El policía más poderoso de Polonia". El problema es que el oficial de milicia en cuestión tenía 170 cm de altura y 150 kg de peso. Sin embargo, a nadie le importó porque, según los informes, el policía despertaba el miedo e incluso una vez logró atrapar hasta cuatro delincuentes.

La “drogówka” y las milicias de la época de la República Popular de Polonia encajan perfectamente en la imagen del sistema pasado. Hoy, cuando la policía tiene el equipo más moderno, los autos y otros recursos, para atrapar a los criminales debería ser mucho más fácil que antes. A pesar de esto, la efectividad de los servicios a menudo genera dudas. Por supuesto, la policía es uno de los órganos superiores pero los cambios que ocurren muy lentamente todavía se refieren a lo que fue hace varias décadas.

Oficiales de la milicia ciudadana durante la ley marcial

El 13 de diciembre de 1981, el domingo por la mañana, el general Wojciech Jaruzelski anunció la imposición de la ley marcial. Además de los activistas de la oposición, el internamiento y la represión también afectaron a los agentes de milicia que se negaron a ser utilizados para “juegos sucios” en la política. Incluso antes del 13 de diciembre, los sindicalistas de la milicia advirtieron sobre los preparativos para introducir un estado de emergencia. Nadie les creyó.

Después del 13 de diciembre, 24 policías fueron internados, muchos otros tuvieron que esconderse. Los reprimidos no pudieron encontrar trabajo porque la SB (Servicio de Seguridad) fabricó rumores sobre sus actividades de espionaje y efectivamente desanimó incluso a los empleadores privados de emplear a los ex oficiales. Los policías perseguidos también fueron obligados a abandonar el país.

La razón de tal trato a los oficiales de la milicia ciudadana fue principalmente la demanda para el establecimiento de un sindicato realizado en mayo. Esto no era ciencia ficción política, sino una demanda real de los milicianos que querían la separación de MO de SB y la mejor organización del trabajo. Alrededor de 700 funcionarios de milicia participaron en el congreso, en el cual se nombró al Comité Nacional Fundador del Sindicato de Oficiales de Milicia Ciudadana (OKZ ZZ FMO). Firmaron más de 30000 cartas de apoyo. Para las autoridades de entonces era un hueso duro de roer.

Cuando se solicitó registrar el sindicado, el Ministerio del Interior obviamente se negó y respondió con la represión. Los activistas más activos fueron despedidos del servicio, se les exigió que firmaran declaraciones de cese de la actividad sindical, se los transfirió a puestos más bajos y se saltó la promoción. El acoso aumentó durante la ley marcial: los sindicalistas fueron internados y se realizó una purga entre los empleados.

Mirando hacia atrás, esta respuesta del gobierno no debería ser una sorpresa. El movimiento sindical en la milicia fue tratado como pura fantasía. Era impensable. Cuando los oficiales de MO solicitaron en el Sejm incluir en el proyecto de ley sobre los sindicatos la posibilidad de que los agentes de policía se unieran, sus superiores vieron en este paso una seria amenaza para la estabilidad de la PRL.

31 de agosto de 1982. Foto tomada por Krzysztof Raczkowiak, quien baja de su departamento dirigiéndose hacia la puerta de la calle Ścinawska. Justo una unidad de ZOMO se movía por la misma calle. Cuando levantó la cámara hacia su ojo, un militante del ZOMO, tercero de la izquierda, desabrochó la funda, saco su arma de fuego y le disparo hacia el fotógrafo, un momento después de tomar esta foto. Afortunadamente, la bala se clavó en el techo sobre la escalera.
Ley marcial Despiadados, brutales, sin escrúpulos, a menudo elegidos entre candidatos con inclinaciones sádicas, los pelotones especiales ZOMO, el batallón SS Hempel, los "demonios negros" fueron creados para torturar a los manifestantes durante la ley marcial. El 8 de diciembre, antes del anuncio de la ley marcial, un grupo de activistas de OKZ ZZ FMO, exigiendo la aceleración del registro sindical, inició una huelga de hambre en el astillero de Szczecin. Contaban con el apoyo de la Comisión Nacional de “Solidaridad”. Ante la noticia de la imposición de la ley marcial, sin embargo, interrumpieron la huelga. En el astillero, todo el tiempo, a través de la estación de radio, traspasaron un llamamiento a los trabajadores y las fuerzas de seguridad preparado por Julian Sekuła, vicepresidente del entonces del Sindicato Provincial de Policías “Solidaridad”.

Vale la pena mencionar aquí la actitud heroica de Mirosław Basiewicz, entonces el cabo del Comisariado del MO en Piastów, quien en los tiempos de mayores amenazas de la ley marcial mantuvo escondidas en la colmena las listas de nombres y grados de milicianos que apoyaron el establecimiento de sindicato. A pesar de la presión de la SB, nunca reveló los datos, lo que salvó a muchas personas de la represión. Más tarde, después de muchos años, uno de los principales activistas de la oposición le dijo a Basiewicz: "Su movimiento fue el comienzo de la caída del comunismo, porque cuando el ministerio de represión tiembla, significa que todo el sistema tiembla".

 

 

* * *

 

 

 

 

 

Fecha del evento: Domingo 3.11.2019 Casa Bruzzone Mar del Plata