Bielorrusia actual

 
Prólogo. Muchos polacos y descendientes de ellos tienen algo que ver con lo que hoy se llama Kresy. Actualmente Kresy, se denomina a las tierras orientales de la Segunda República de Polonia que fueron anexionadas por la Unión Soviética en 1939, en total 201.015 km² y 13.299.000 habitantes. La mayor parte de estos territorios fueron anexados definitivamente por la Unión Soviética al finalizar la guerra en Europa en 1945, siendo reconocido el cambio territorial por los Aliados. Polonia fue compensada con territorios más al oeste, en perjuicio de Alemania, recibiendo con el nuevo nombre "Territorios Recuperados Polacos", en referencia la zona de influencia polaca durante la dinastía Piast (reinado en algún año desde el siglo VIII hasta el 1370).

Hoy quiero compartir estas experiencias sobre mi estadía en la parte del oeste de Bielorrusia (5-11.08.2016).

Nowosiólki, una aldea en el oeste de Bielorrusia. Fot. José Stawecki

La Frontera. Hay que estar preparado para cualquier sorpresa que puede ocurrir durante el cruce de la frontera. Principalmente, tener mucha paciencia. En todos los pasos fronterizos largas e innecesarias colas. ¿Burocracia o política del estado? Los aduaneros bielorrusos no tienen apuro. La tecnología del siglo XXI no alcanza para mejorar el servicio. Sólo dejan pasar un vehículo cada 20-30 minutos. Lo mismo pasa cuando se vuelve a Polonia, pero esta vez la bronca va por parte de los aduaneros polacos. Pueden detener un ómnibus con pasajeros del este, sin ninguna excusa, 2 horas y media para que luego en 20 minutos atender a todos.

Monumento de los defensores soviéticos de la Fortaleza de Brest. Fot. José Stawecki

Educación patriótica. En todas partes hay monumentos que glorifican la victoria soviética: aviones, tanques y cañones, pero la mayoría son estatuas de Lenin y los del Ejército Rojo. A los niños se educa con esta base. Oficialmente se sostiene que la 2ª Guerra Mundial empezó el 22 de junio de 1941, el día cuando los alemanes propulsaron el ataque a Unión Soviética y no el 1 de septiembre de 1939 cuando Alemania invadió a Polonia y a los 17 días después lo han hecho los soviéticos, cumpliendo con esto el Pacto Ribbentrop-Mólotov.

Desde cuando Bielorrusia se declaró independiente, el 25 de agosto de 1991, necesitaba tener su propia historia. Todos los nombres ilustres de esta tierra que existieron durante siglos formaron parte en la historia de la nación. Ejemplo puede ser Tadeo Kosciuszko. Nacido en el territorio de Mancomunidad Polaca-Lituana (hoy Bielorrusia), un general, líder y patriota polaco de la revuelta contra el Imperio ruso en 1794, se ha convertido en un héroe nacional de Bielorrusia. Una guía que atendía a los visitantes en el museo casa de Kosciuszko en Mereczowszczyzna empieza su discurso con estas palabras: “Tadeo Kosciuszko, hijo de la Nación bielorrusa, héroe de Estados Unidos y Polonia…”.

Otro ejemplo es el Ded Moroz, así es como llaman a “Papá Noel” en ruso, según la leyenda eslava oriental. Se considera que el hogar del Ded Moroz es Veliky Ustyug en el norte de Rusia. En el sur del Bosque de Bialowieza, en la parte bielorrusa, cerca del pueblo, Kamieniuki, se encuentra una de las mayores atracciones en la región, la Casa de Ded Moroz. El parque recreativo, construido en el 2003, es dedicado a toda la familia pero especialmente a los niños a quienes se les enseña la nueva leyenda y se muestra el verdadero hogar de Ded Moroz.

Casa Museo de Tadeo Kosciuszko en la aldea de Merechevschina, región de Brest, Bielorrusia. Fot. José Stawecki

Idioma oficial. El idioma oficial es ruso y bielorruso. La influencia del ruso es enorme y está atrapando todo el país. No hay medidas para frenar esta clase de invasión. En las escuelas las maestras enseñan idioma ruso. Los canales de TV y cine están en ruso. La mayoría de las clases en las universidades de Bielorrusia se dan en bielorruso y ruso. La gente en la vida diaria habla en idioma ruso o mezclado. Casi todos los diarios salen en ruso. Hay muy pocas páginas en internet que aún cultivan el bielorruso.

Nuevas generaciones. Los jóvenes migran a ciudades grandes en busca de mejor calidad de vida. El gobierno no garantiza ni ofrece desarrollo suficiente en los pueblos de campo. La mayoría de los jóvenes estudian en la capital de Bielorrusia, Minsk, dónde se encuentran las universidades más importantes del país. Muy probable que estos jóvenes estudiantes ya no volverán a su lugar de origen. El destino de los pueblos de campo ya está marcado.

Inflación y desempleo. El desempleo y bajos sueldos son notables. La gente se queja pero se hace impotente frente de los manejos del presidente Aleksandr Lukashenko quien gobierna desde el 1994, cuando Bielorrusia obtuvo el primer cargo presidencial. El sueldo mínimo de muchos ciudadanos son solo 200 rublos bielorrusos. Con 300 rublos no se puede mantener un auto. Pero hay jubilado que cobran esta cifra y es buena mensualidad para ellos. Los jóvenes dicen que para vivir bien tendrían que ganar más de 400 rublos. A todo eso el trabajo en muchas ocasiones no es seguro. Por si fuera poco Bielorrusia junto con la Argentina están entre los 10 países con inflación más alta del mundo.

Pero no todo se ve tan mal.

Kamieniec, Bielorrusia. Vista desde la Torre Blanca. Fot. José Stawecki

Madre Tierra. Bielorrusia es un país limpio. En las ciudades se cuida plazas y parques. No hay basura en las calles, no hay bolsas ni botellas de plástico tiradas por ahí, no hay papeles, no hay excrementos de perros… ¡No hay! Es una nación donde reina la naturaleza, nación donde se respeta mucho la Madre Tierra. Se respeta el trabajo y se sabe obtener frutos de ello. Es una nación donde el desperdicio no existe. La naturaleza ofrece todo a cambio de cuidar a ella.

Hospitalidad. Se presta mucha hospitalidad a los invitados. Difícil es buscar otra igual en el mundo. A un invitado se atiende y se cuida hasta por el último detalle. Las mesas son de platos ricos y abundantes en comida. Los anfitriones siempre están atentos a ellos. La vodka forma parte de esta atención.

Las mesas son de platos ricos y abundantes en comida. Fot. José Stawecki

Vodka. En Bielorrusia se toma mucha vodka, está en todas partes, pero no se ve en las calles a los borrachos. Bueno, siempre hay una excepción, la policía tiene todos los poderes en este caso.

Inseguridad. La inseguridad no existe. Sí, cuando digo que no existe porque es cierto. Las casas y los mercados no tienen rejas ni persianas. Aunque no haya luz en las calles después de las 22.00 h, resultado de la economía del estado, no se registra casos de robo o algún acto de vandalismo. La gente confía uno al otro. Se valora el trabajo. La ley se toma en serio y es simple: “No robes lo que no es tuyo”.

Vialidad. Las rutas son bien anchas, parejas, rápidas y seguras. Lo mismo pasa con las calles en la ciudad. No hay muchos vehículos andando, lo que hace que el manejo sea mucho más cómodo.

Moda. La gente se viste bien, elegante y de moda.

Economía. Cada familia en su propiedad tiene árboles frutales, papas, verduras, flores… Muchos tienen animales domésticos como gallinas, cerdos. Nada se desperdicia ahí. Un país tan pobre en recursos naturales puede dar ejemplo a muchos otros. Eso se debe que las familias son campeonas en administrar sus bienes. La gente es humilde, trabajadora y de gran corazón.

Servicio. Los servicios de Internet, celulares y TV andan muy bien. Tienen buena señal en todas partes del territorio bielorruso. WiFi es gratis en la mayoría de los lugares públicos.

Religión. Los bielorrusos son muy religiosos y respetan todas las religiones. En muchas ocasiones comparten las fiestas religiosas. A los ortodoxos y católicos no le molesta estar cerca y de esta forma las dos iglesias comparten la ciudad. La competencia solo existe a nivel de las autoridades que representan, es decir atraer la mayor cantidad de creyentes para su lado. Total Dios es uno sólo.

Cementerio católico polaco en Porozów, Bielorrusia. Fot. José Stawecki

Respeto. Para los bielorrusos los cementerios son sagrados e intocables. Se pueden encontrar tumbas de hace muchos años y nadie las toca. En cambió las casas abandonadas pueden desaparecer de la tierra por una política de Estado.

Libertad. No existe mayor problema en desarrollar otras culturas mientras no se involucren políticamente.

Restauración. En los últimos años en todo el territorio de Bielorrusia se reconstruyen monumentos históricos, edificios, palacios, museos, reservas forestales, etc.

Moneda. Para hacer compras en Bielorrusia nadie quiere dólares aunque se ofrezca más de lo que vale. Para obtener rublos bielorrusos el turista es obligado hacer una visita en casas de cambio. Sólo se acepta comercializar con la divisa oriunda.

Fauna y flora. La naturaleza impresiona. Los extensos bosques y campos cultivados les ofrecen un paisaje inolvidable. Los animales silvestres tienen un refugió ideal.

Una granja en Krapiwnica, Bielorrusia. Fot. José Stawecki

Apego. Los bielorrusos aman su tierra, no importa que gobernante de turno es o país que ocupe.

Lengua materna. Los bielorrusos dicen que su lengua natal es la más hermosa del mundo y el ruso, idioma muy parecido, ya no lo es.

Canciones polacas. En el oeste de Bielorrusia la canción polaca más conocida es “Hej Sokoły”, mientras que la nueva - “Wolność” del conjunto Boys. Estas canciones y muchas otras se puede escuchar frecuentemente junto con las canciones bielorrusas en las mesas que reúnen familias y amigos. Sólo falta prender una chispa, abrir una botella, traer un acordeón o una guitarra.

Epílogo. Seguramente hay diferencias en Bielorrusia del este con la del oeste, principalmente en la cultura donde en el este domina la rusa mientras del oeste, la polaca. Estas culturas fueron invadidas por las diferentes transmisiones de la historia durante siglos y por las políticas de estado. Sin embargo la población bielorrusa es eslava. Como su virtud principal se considera la hospitalidad y el cuidado de sus padres. Mientras que nadie de sus gobernantes haga divisiones, el pueblo eslavo tendrá paz.

Los siguientes temas están aquí: 1. “Hej Sokoły”, una canción polaco-ucraniana. La versión cantada en polaco. 2. “Wolność” (La libertad), un tema del conjunto Boys cantado en polaco. 3. "Цячэ вада y яркі" (El agua fluye brillante) popular canción bielorrusa. 4. "Sto lat" (Cien Años) una canción polaca tradicional, cantada para expresar buenos deseos, buena salud y una larga vida a una persona.