La casa donde Karol Wojtyla transcurrió su infancia no se destacaba de otras casas en Wadowice. Los padres de Karol, que eran católicos muy religiosos, no eligieron accidentalmente este lugar de residencia, estaba ubicado justo al lado de la iglesia. Fue ahí donde el pequeño Karol fue bautizado. En 1992, gracias a los esfuerzos del Santo Padre Juan Pablo II, la iglesia de la "Consagración de la Virgen María" alcanzó la categoría de Basílica Menor.

El pequeño y modesto apartamento que alquilaba la familia Wojtyla al comerciante judío Chiel Balamuth formaba parte de un conjunto habitacional. La entrada se encontraba en la parte trasera del edificio, sobre una adoquinada calle Koscielna 7. En el mismo piso, otros inquilinos ocupaban otros apartamentos. En la planta baja, desde el lado de la plaza del mercado, el propietario tenía una tienda con productos técnicos y eléctricos, mientras que en el patio ubicado en la parte trasera del edificio se alquilaban habitaciones para la fábrica de encuadernación de Adolf Zadora.

Desde el momento a partir del cual el cardenal Karol Wojtyla fue elegido como jefe supremo de la Iglesia católica, a partir de ese momento cada vez más turistas llegaban a Wadowice. Se podría decir que fui uno de los primeros turistas al pasar por la casa de la familia Wojtyla en Wadowice, estando allí en julio de 1979.

Desde la calle Koscielna, con mi amigo entramos a un pequeño y modesto patio. Cruzamos la puerta y continuamos subiendo la sinuosa escalera. Era un balcón largo por el que entramos en el departamento de los Wojtyla. No había nadie. Mirábamos con calma los interiores, pudimos tocar sus cosas. Luego de mirar las habitaciones, salimos al patio sin ser notados, continuando nuestro viaje a Zakopane. El museo abrió sus puertas cinco años después, en 1984, en el aniversario del nacimiento de Karol Wojtyla. Después de tantos años, pensé que todos estos objetos que aprecié en mi primera visita podrían haber desaparecido.

De vez en cuando el Museo se va modernizando por las necesidades de los turistas que llegan a Wadowice de todas partes del mundo. Con la modernización, hubo reformas edilicias en las habitaciones: se derribaron algunas de las antiguas paredes, se construyeron otras, se colocaron algunas ventanas nuevas, se cambió el estilo del techo, se revistieron algunas paredes de mármol, etc., etc. Además, la limpieza y el orden brillan, como si nadie hubiera habitado este lugar. Estas reformas ya no reflejaban el estilo de vida modesto que caracterizó a los Wojtyla. Hoy en día desde la plaza Juan Pablo II (la antigua plaza del mercado) cientos de turistas se detienen diariamente para tomárse una foto “junto a la casa del Papa”, sin darse cuenta de que en realidad están posando frente a la antigua tienda de Chiel Balamuth, y casi nadie sabe que el verdadero apartamento alquilado por los Wojtyla estaba en la parte trasera del edificio.

En tiempos pasados, ninguno de los inquilinos podía cruzar la puerta de acceso principal que daba a la plaza del mercado ya que a través de esta puerta se ingresaba a la tienda del propietario. Hoy cualquiera puede ingresar por esta puerta y a través de un corredor salir hasta la calle Koscielna. Puedo atestiguar que hace cuatro décadas sobre el marco de la puerta que daba a la calle Koscielna 7 había una inscripción que decía “Aquí ha pasado su Juventud Karol Wojtyla”. Hoy, dicha inscripción fue removida y reemplazada por una nueva que se encuentra tendida sobre el balcón que da a la plaza, donde antes figuraba la tienda de Chiel Balamuth. Esta nueva inscripción pronuncia lo siguiente: “La Casa Familiar de Juan Pablo II”. También, en el primer piso sobre el patio se instaló un techo vidriado y traslúcido. El reflejo de la vecindad y el encanto del modo de vida de aquellos tiempos pasados se han vislumbrado.

40 años después de mí primera estadía en Wadowice, tuve la oportunidad de visitar esta ciudad nuevamente. Esta vez en compañía de mi esposa, mi cuñada y Waldek Szymanski, un amigo de mi juventud. A unos 70 m del museo, nos detuvimos en el primer puesto que ofrecía los tradicionales postres de crema papal. Fuimos allí para probarlos, y por supuesto, el nombre kremowki papieskie (pasteles de crema papal) proviene del Papa polaco que, después de graduarse de la escuela secundaria, fue a probarlos con sus compañeros en una confitería que antiguamente estaba ubicada en la esquina de la plaza del mercado y la calle Mickiewicz 15, a unos 120 metros del museo del Papa Juan Pablo II. Hoy, esta confitería ya no existe, pero todos los turistas que vienen a Wadowice definitivamente deben probar el famoso pastel de crema papal.

Wadowice se caracteriza por tener los famosos kremowki papieskie que están en venta en las confiterías y puestos de la ciudad. Kremowki son unos pasteles de crema que en fin de la década del 30 de siglo pasado el joven Karol Wojtyla disfrutó consumir después de las clases en la escuela. El vendedor del puesto donde nos detuvimos para degustar los famosos pasteles nos comentó que hoy en día es difícil encontrar unos kremowki tan similares a los que consumía el futuro Papa, pero y luego nos sirvió los mejores y similares a aquellos que Karol Wojtyla alguna vez disfrutó tanto. Añadió que ahora es el único vendedor de kremowki aquí, que recuerda a aquellos tiempos.

En 1979, durante mi paso por Wadowice, la Plaza del Ejército Rojo, así se llamaba durante el régimen comunista, tenía mucha vegetación. Sin embargo, los árboles fueron removidos y el piso fue pavimentado. La versión oficial asegura que estas modificaciones fueron realizadas para recordar los tiempos en los que transitó su juventud Karol Wojtyla. En 2006, la plaza se llamó Plaza Juan Pablo II. De ahora en adelante, las ceremonias religiosas y muchos otros eventos culturales tienen lugar en esta principal plaza de Wadowice... y los árboles que alguna vez crecieron aquí ya no molestan.